miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿Y esto cómo lo pago?: Financiar el MBA (I)

Ya he comentado en alguna ocasión que hacer un MBA supone una gran inversión de esfuerzo, tiempo y dinero. Centrémonos hoy en esto último. Si ya has empezado a investigar un poco sobre los MBA te habrá llamado la atención el "pequeño" detalle del coste que tienen estos programas. Partiendo de la matrícula e incluyendo libros, alojamiento, manutención y otros extras, un MBA de dos años de duración puede suponer 100.000 dólares, cantidad a la que habría que añadir el coste de oportunidad de hacer el máster, esto es, ese dinero que vas a dejar de ingresar por estar dos años sin trabajar. Como ves, es una cantidad importante que no todo el mundo se puede permitir.

Pero no sólo vas a gastar dinero una vez comiences el máster, sino que desde el momento en que te lo planteas seriamente vas a empezar a gastar tus ahorros en esto. Sólo hacer los exámenes (TOEFL y GMAT) ya son casi 500 euros, sin sumar coste de libros y materiales, y eso si no tienes que repetir ninguno ni te apuntas a una academia para prepararlos, porque en ese caso ya estás multiplicando las cantidades. Además hay que añadir el coste de certificaciones y traducciones juradas.

A parte de eso, cada solicitud que presentes te costará entre 150 y 250 dólares, dependiendo de la escuela, salvo que la fortuna te sonría con un "fee waiver", esto es, que por alguna razón la escuela te exima de pagar por presentar tu solicitud, así que es importante que revises si puedes obtener este beneficio o no. Normalmente obtienen "fee waiver" aquellos que visitan el campus, antes de presentar la solicitud o en unas fechas determinadas, y los miembros de algunas organizaciones asociadas a la escuela en cuestión. Por ejemplo, en Duke-Fuqua puedes obtener fee waiver si eres miembro de Forté Foundation (una asociación que trabaja por la integración de las mujeres en el más alto nivel empresarial). Si no tienes fee waiver, aplicar sólo a tres escuelas te puede costar como poco 500 dólares.

En poco rato, antes de saber siquiera si puedes hacer el MBA en la escuela de tus sueños, la broma ya te está costando 1000 euros, como poco. Con esto no quiero desanimar a nadie, pero tampoco puedes ir engañado, esta es otra razón para no hacer un MBA porque sí o porque no tienes nada mejor que hacer.

Una vez dicho dicho todo esto, tengo que añadir que igual que el MBA supone una gran inversión, también existen múltiples ayudas financieras para suavizar el golpe de este gasto en tu cuenta corriente, y es que se dice que si eres un buen candidato para una escuela de negocios, desde la propia escuela se van a asegurar de que no dejes de hacer el MBA por razones económicas. Así, puedes encontrar desde préstamos con un tipo de interés bajo hasta becas que cubren los gastos de matrícula.

Normalmente cada escuela tiene sus programas de ayuda financiera, con becas que cubren el total o una parte de los gastos de matrícula, y préstamos a un tipo de interés bajo que se empiezan a pagar tras la graduación. Además, hay otras instituciones que ofrecen una ayuda económica a determinados estudiantes MBA, como Forté Foundation o TopMBA. Adicionalmente, tened en cuenta también que aquellos que optéis por un programa de dos años de duración, realizaréis prácticas en el verano entre el primer y el segundo curso, y las prácticas de un MBA en EEUU no se pagan como en España; allí puedes cobrar 6000 dólares al mes, sin duda una ayuda más.

Finalmente, los españoles hemos de sentirnos afortunados, porque hay múltiples organizaciones dispuestas a pagar tanto la matrícula como los gastos de estancia en el extranjero durante el máster a aquellos que demuestren ser buenos candidatos y tener un buen proyecto de estudios. Para que empecéis a investigar, os dejo un listado de las principales becas sobre las que yo he tenido noticia:

- La Caixa
- Caja Madrid
- Fundación Rafael del Pino
- Fundación Ramón Areces
- Fundación Eduarda Justo
- Talentia
- Fullbright
- Caixa Galicia
- Fundación Pedro Barrié de la Maza

Todas estas becas son una gran ayuda, porque financian prácticamente la totalidad del máster (como poco, pagan los gastos más importantes), ahora bien, tened en cuenta que hay ciertos gastos que no cubren las becas, como los viajes de estudios o los libros, algo que, por otra parte, es completamente lógico (ya bastante ayuda están proporcionando, no esperéis ir a gastos 100% pagados). Además, dependiendo del destino, es posible que la asignación mensual se quede un poco corta, porque el precio de los alquileres sea muy alto por ejemplo, así que, aunque tengáis beca, siempre es bueno tener unos ahorros a los que podáis acudir.

No obstante lo anterior, si finalmente tenéis que recurrir a un préstamo para pagar todo o parte del máster, tampoco debe suponer un trauma, porque las tasas de retorno de los top MBA son muy altas, esto es, con los sueldos que se suelen ganar tras el MBA podréis pagar las mensualidades del préstamo en cuestión sin mayores problemas.

martes, 23 de noviembre de 2010

Solicitudes: Cartas de recomendacion (II)

Una vez que tenéis unas guías básicas para elegir bien a quienes os van a recomendar, os voy a explicar por qué es tan importante que las personas que elijáis os conozcan bien. Por lo general, las escuelas de negocios TOP no quieren una carta de presentación al uso, sino que la recomendación es algo bastante parecido a vuestros essays, y requiere cierta elaboración. Vosotros deberéis indicar el nombre y los datos de contacto de la persona en cuestión, y la escuela les enviará un mail con un link a una página web, a la que accederán con un nombre de usuario y contraseña que se les indica en el mail. En esa página web deberán indicar sus datos de contacto y de qué y desde cuando te conocen. Después es probable que evalúen vuestras capacidades, indicando, por ejemplo, si sois buenos comunicadores o excelentes comunicadores.

A parte de esto, vuestro recomendador tendrá que responder a una serie de preguntas sobre cómo sois (desde un punto de vista personal y profesional), cómo ha sido vuestra trayectoria profesional, si tenéis madera de líder, cómo trabajáis en equipo, algún defecto vuestro o algún aspecto en el que crea que debéis mejorar, si habéis hecho algo para mejorar, etc. Cómo veis las preguntas son bastante concretas y os aseguro que resulta difícil contestarlas si no os conocen bien, y preparar la respuesta (por supuesto en inglés) requiere tiempo y reflexión.

Aviso para navegantes: totalmente prohibido escribir vuestras propias recomendaciones. En serio, tomad esta advertencia al pie de la letra. Los candidatos españoles nos encontramos con un problema, porque aquí hay muy poca cultura de recomendación, de manera que salvo que trabajéis para una multinacional o estéis pidiendo la recomendación a alguien que ya haya hecho un MBA, lo más normal es que cuando pedís la recomendación os digan aquello de: “bueno, tú escribe lo que tú creas conveniente y yo lo firmo”; pero no podéis hacerlo, eso no es lo que las escuelas quieren, no es la finalidad de la carta de recomendación, por lo que controlan las recomendaciones con sumo cuidado, estudian los estilos de redacción (recordaros que las escuelas tienen vuestros essays y vuestras redacciones de la parte AWA del GMAT para comparar), y si la escribís vosotros, os van a pillar casi seguro.

Cuando un recomendador os diga que escribáis vosotros la recomendación, tenéis dos opciones, explicarle que es necesario que ellos la escriban, ofreciéndoos a hacer lo más liviana posible su tarea, o elegir a otra persona. Por cierto, hablando del momento en que pedís la recomendación, se me ha olvidado deciros que es importante que cuando habléis con vuestro posible recomendador, le ofrezcáis la posibilidad de decir que no.

Bueno, volviendo a ese mal momento en el que os sueltan la dichosa frasecita (o alguna semejante), os he dicho que tenéis dos opciones, cambiar de recomendador o explicarle por qué es importante que sea él/ella quien escriba la recomendación. Os recomiendo que al menos intentéis lo segundo, porque otro papel que tienen las cartas de recomendación es mostrar que tenéis capacidad para implicar gente en vuestro proyecto y convencer a alguien de que os ayude y os dedique una parte de su tiempo; cualidades muy valoradas por una escuela de negocios.

Antes he hablado de ayudar a vuestros recomendadores para aligerar su tarea, para ello podéis redactar un resumen/esquema de lo que habéis escrito en vuestros essays, de manera que ellos se hagan una idea de qué clase de cosas deberían incluirse en la carta de recomendación; también podéis ayudarles a refrescar su memoria haciendo una lista de aquellos proyectos en los que trabajásteis juntos y de cuál fue vuestra aportación a los mismos. En general, la idea es que elaboréis unos “guidelines” a partir de los cuales ellos redacten la respuesta a las preguntas que les plantee cada escuela. Como mucho podéis ofreceros para ayudarles a cumplimentar los formularios de recomendación y para subir las recomendaciones caso de que no se lleven muy bien con las nuevas tecnologías, pero no debéis tocar ni una palabra de lo que ellos hayan escrito. Para los que no escriban en inglés (no es lo ideal, pero sabemos que pasa), podéis pedirles que escriban la recomendación en español y buscar vosotros a un traductor que se encargue de la traducción del documento (ni se os ocurra traducirlo vosotros, porque estamos en las mismas, las escuelas sabrán que vosotros habéis redactado la versión que finalmente se ha subido a la plataforma, y aunque sólo hayáis traducido el documento, será difícil probar que vosotros no habéis escrito vuestra recomendación).

Finalmente, redactar recomendaciones para MBA requiere tiempo, especialmente teniendo en cuenta que vais a presentar vuestra solicitud en varias escuelas, así que debéis ser muy cuidadosos a la hora de elegir a vuestro recomendador, debe ser una persona dispuesta a implicarse y a dedicaros parte de su tiempo libre durante algunas semanas. Y por supuesto, yo os recomiendo que, una vez hayáis acabado con las solicitudes, tengáis un detalle de agradecimiento con estas personas (en EE.UU. te recomiendan que envíes una nota de agradecimiento), porque su colaboración habrá sido fundamental para vuestra admisión, pero bueno, esto último es sólo un consejillo personal, cada cual que actúe como crea oportuno.

Solicitudes: Cartas de recomendacion (I)

Ya hemos hablado de los exámenes, del curriculum vitae, los transcripts, las actividades extraescolares y los essays. Ahora es el turno de las cartas de recomendación, que junto con los essays y el GMAT, es otra de las piedras angulares de tu solicitud de MBA.

Recapitulando, con el GMAT y los transcripts, las escuelas evalúan tu capacidad intelectual y tu rendimiento académico (primera piedra angular); con los essays van un poco más allá para conocer tus motivaciones, tus planes de futuro y tus cualidades personales (segunda piedra angular). Finalmente, las cartas de recomendación respaldan todo lo que has contado sobre ti mismo/a en tus ensayos, aportando un punto de vista más o menos objetivo sobre tu candidatura (tercera piedra angular).

Para tener unas buenas cartas de recomendación es básico elegir bien a tus recomendadores. Deben ser personas que te conozcan bien, con quienes hayas trabajado y que puedan hablar de ti como profesional y de tu rendimiento en el trabajo, aportando ejemplos concretos y anécdotas.

La mayor parte de las escuelas exigen que las cartas de recomendación sean profesionales, esto es, de gente que se haya relacionado contigo a nivel laboral, en el entorno de trabajo, por lo tanto, no suelen admitir cartas de recomendación de tus profesores universitarios (salvo que hayas trabajado con ellos, debe haber un vínculo laboral). Tampoco son buenos recomendadores amigos o familiares, porque su punto de vista se presume subjetivo. No obstante lo anterior, hay excepciones, por ejemplo Stanford pide tres cartas de recomendación, dos profesionales y otra de un compañero de estudios o de trabajo, incluso admiten recomendaciones de compañeros de tus actividades extraescolares (equipo de fútbol, por ejemplo). Conclusión: mirad lo que piden en cada escuela antes de decidir quién queréis que os recomiende.

Lo más importante de la carta de recomendación es que la redacte una persona que os conozca bien. Tendemos a pensar que importa más el nombre del recomendador que la recomendación en sí misma, pero recordad que estamos hablado de escuelas de negocios TOP a nivel mundial, que reciben miles de solicitudes cada año, por lo tanto es difícil que el nombre de vuestro recomendador les sorprenda (he oído a responsables de admisiones decir que han recibido cartas de recomendación del mismo Obama y de George Bush). Así que mejor alguien que os conozca, os aseguro que ese amigo de vuestros padres de renombre no va a poder aportar ese “algo más” a vuestra recomendación si no os conoce. Ahora bien, siempre teniendo en cuenta esto, si podéis elegir a alguien que os conozca bien y que sea conocido a nivel internacional (o por ser alumni de la escuela en la que estáis presentando la solicitud), consideraos afortunados, estáis ante un buen recomendador.

Los que sois emprendedores y/o trabajáis en la empresa familiar, no os preocupéis. Sé que ahora mismo estáis pensando que no tenéis un supervisor o que vuestro supervisor es un familiar cercano que se presume poco objetivo, y que por lo tanto tenéis un problema, pero no os preocupéis. Las escuelas de negocios entienden vuestra situación. En vuestro caso, podéis elegir como recomendador a alguno de vuestros clientes con los que mantenéis una relación laboral más o menos estable. En cualquier caso, lo mejor es que escribáis a las oficinas de admisión o leáis los blogs de admisiones de las escuelas que os interesen, seguro que allí encontráis la forma de superar este pequeño “obstáculo”.

Para los demás, lo ideal es que al menos una de vuestras cartas de recomendación sea de vuestro supervisor actual. Y ahora algunos pensaréis: “pues mi jefe no tiene ni idea de mis planes de irme de la empresa y hacer un MBA, y tampoco quiero decírselo porque puede perjudicarme o incluso puede que me despidan, y más tal y como están las cosas ahora mismo”. Una vez más, no os preocupéis, las escuelas también entienden vuestra situación, y os van a dar la oportunidad de explicar por qué habéis elegido a vuestros recomendadores y por qué vuestro jefe actual no os recomienda.

Solicitudes: Los ensayos (II)

A la hora de redactar los ensayos, uno de los primeros obstáculos que encontraréis será el límite de palabras/texto. Para mí ha sido lo más complicado. Como ya sabéis quienes habéis ido leyendo mis posts en este blog, tengo cierta tendencia a enrollarme y escribir mucho, así que ajustarme a un límite de palabras ha sido todo un reto. Cuando redacté mis primeros ensayos de solicitud tenía muy claro lo que quería contar en cada ensayo, sin embargo, me tiré horas y horas delante del ordenador escribiendo y editando. La primera versión es normal que supere el límite de palabras, porque estás contando una historia, así que el truco está en partir de esa primera versión y luego ir revisando cada frase y cada párrafo y buscar una forma más corta de decir lo mismo, para ahorrar palabras. Las escuelas top son muy rigurosas con el límite de palabras, por lo que no es recomendable sobrepasar ese límite en mucho más de un 10%, esto es, si el límite del total son 1800 palabras, vuestros ensayos no deberían tener más de 2000.

Por otro lado, cuando te pones a escribir los ensayos, normalmente lees cada párrafo unas 50 veces, pensando y repensando cada palabra, cada frase, el enfoque, si las ideas que pretendías plasmar han quedado claras, etc., por lo que cuanto antes empecéis a redactar la primera versión de vuestros essays, mejor. Además, redactar los ensayos requerirá de un ejercicio de reflexión y organización de vuestras ideas. Debéis contemplar los ensayos como un todo (nada de ir respondiendo individualmente cada ensayo como si no tuvieran nada que ver los unos con los otros) de esta manera, decidiréis todo lo que queréis contar en vuestros ensayos, qué cualidades queréis resaltar, qué anécdotas queréis contar y cómo vais a responder a las preguntas, sin que se quede nada en el tintero. También podéis aprovechar todo lo que hayáis escrito en esa libreta que hace un par de post os recomendé que tuvierais a vuestro alcance en todo momento (que yo bauticé como MBA Brainstorming), porque plantarse delante del ordenador con la página en blanco y saber qué contar es básico (ya bastante te vas a entretener después pensando en cómo contarlo).

Desde la experiencia, os recomiendo que, después de escribirlos, se los paséis a alguien para que los lea y revise (a ser posible a más de una persona), se trata de que tengáis otro punto de vista y podáis mejorarlos, porque llega un momento en el que nosotros estamos tan metidos, le hemos dado tantas vueltas al documento, que no vemos los fallos, todo nos suena bien, y siempre hay margen de mejora. Todos queremos presentar el mejor ensayo posible, así que tenemos que ver nuestros ensayos con actitud crítica, y aceptar sugerencias y correcciones que nos hagan terceros. Creedme, os sorprenderá cuánto se puede mejorar vuestra primera redacción, esa que tanto trabajo os ha costado redactar y que para vosotros era ya perfecta.

En cuanto a quién os puede ayudar, ya he comentado que lo ideal es que os revise los ensayos alguien que sepa de qué va esto, un alumni, algún coach profesional, alguien que esté haciendo un MBA… hay muchas posibilidades. Podéis aprovechar mientras investigáis sobre las escuelas para ir preguntando a los alumni y estudiantes qué hicieron ellos; en algunos casos hasta se ofrecerán para ayudaros y revisaros los ensayos ellos mismos (su opinión es importante porque conocen bien la escuela y ya han pasado por todo el proceso de solicitud). Si no tenéis esta posibilidad, no os preocupéis, hay gente que se dedica profesionalmente al asesoramiento para la solicitud de MBA, es el caso de Club Ivy o MBASpain. De Club Ivy no tengo referencias, de MBASpain sí, por eso os la recomiendo encarecidamente. El año pasado prácticamente todos los que contrataron a Candy (es la persona behind MBASpain) fueron admitidos en una escuela top, yo creo que no hay mejor carta de presentación, ¿no?

lunes, 15 de noviembre de 2010

Solicitudes: Los ensayos (I)

Se podría decir que los ensayos son la parte más importante de tu solicitud de MBA. Ya has pasado por el TOEFL y el GMAT, has dedicado muchas horas a estos dos exámenes, especialmente al último de ellos, que probablemente te haya dado algún quebradero de cabeza, pero cuando te plantas delante del pc para escribir los ensayos es cuando empieza lo interesante de verdad.

Los essays o ensayos son redacciones en las que deberás describir tu trayectoria profesional, explicando por qué has elegido ese camino y a dónde quieres llegar. Además deberás explicar por qué quieres hacer un MBA, por qué quieres hacerlo en esa escuela y cuáles son tus planes de futuro, a corto plazo (post-MBA) y a largo plazo; y deberás hacerlo de forma coherente y dejando claro que el MBA es fundamental para lograr tus objetivos profesionales.

Las escuelas de negocios otorgan mucha importancia a los ensayos, porque los ensayos son el medio a través del cual empiezan a conocerte, a saber cuáles son tus inquietudes y si de verdad quieres hacer un MBA o sólo estás presentando la solicitud porque estás harto de tu trabajo o porque no tienes nada mejor que hacer.

Para ti, como solicitante de MBA, los essays son la herramienta que vas a utilizar para “vender” tu candidatura, para mostrar tu interés por el MBA y para que quede claro que la escuela en cuestión es la escuela de tus sueños (y que no estás presentando tu solicitud solamente porque es la primera en un determinado ranking). En ellos podrás explicar qué te ha guiado en tu carrera profesional y por qué elegiste cada uno de los puestos de trabajo que aparecen en tu curriculum, míralos como tu oportunidad para plasmar todas esas cosas que llevan rondando tu cabeza los últimos meses y para explicar las decisiones que has tomado desde que acabaste tus estudios universitarios.

Cada escuela plantea unas preguntas a las que deberás dar respuesta en los ensayos. Normalmente deberás redactar entre 3 y 4 ensayos, pero en algunos casos también incluyen otras preguntas a las que te piden que des una respuesta un poquito más corta (200 o 300 palabras). Hay preguntas a las que deberás contestar sí o sí, pero también puede darse el caso de que te permitan elegir una o dos redacciones entre tres o cuatro opciones. Hay escuelas que preguntan más por tu trayectoria profesional y por tus planes de futuro, mientras otras te plantean una pregunta muy general que nada tiene que ver con tus motivaciones MBA, para ver cómo piensas y cómo razonas. Como veis la casuística es muy variada, lo que dificulta el copy and paste de los ensayos de una escuela para los de otra, que por otra parte tampoco es que sea muy recomendable.

Mi consejo, empezad siempre desde cero a redactar, luego a lo mejor os viene bien copiar una parte, pero no recicléis ensayos completos de una solicitud para otra, se va a notar, porque aunque los enunciados parezcan iguales, siempre hay matices en el planteamiento de las preguntas que deberéis tener en cuenta. A ningún responsable de admisiones le hace gracia darse cuenta de que no os habéis molestado en escribir un ensayo para su solicitud, sino que simplemente habéis reutilizado uno que ya teníais hecho, no habla bien de vuestra candidatura y de vuestras ganas de estudiar en esa escuela.

PD: Saludos Sonia, Mª Carmen y Rosales, quienes este finde me aguantaron escribiendo para este blog en esas ocho horas de viaje, su paciencia es infinita, como lo es la de todos aquellos que nos acompañan en este camino, por lo que se merecen al menos una mención.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Solicitudes: Curriculum, transcripts y actividades extraescolares

La solicitud de admisión en un MBA tiene distintos apartados. Al rellenar el formulario (en una plataforma web, normalmente) vas a encontrar preguntas sobre tus datos personales, estudios, idiomas, experiencia laboral y actividades extraescolares; pero no sólo eso, sino que junto con el formulario de solicitud deberás adjuntar una serie de documentos: curriculum vitae y expedientes académicos.

Empecemos con el curriculum vitae. Por supuesto, deberás preparar una versión de tu curriculum en inglés que ocupe como máximo UNA PÁGINA. Esta es la regla más importante, porque los españoles tendemos a enrollarnos e incluir en el curriculum hasta el último seminario de dos días en el que hemos participado, mientras que en otros países son mucho más directos y pragmáticos. Para mí al principio fue difícil, mi curriculum ocupaba dos páginas enteras y supuso un gran esfuerzo eliminar cosas y adaptar mi curriculum, pero si lo pensáis detenidamente, muchas de las cosas que solemos incluir en los curriculums no son más que "paja", así que al final he logrado quedarme en una página, tanto en español como en inglés. 

Cuando miren vuestros curriculums, los responsables de admisiones van a buscar fundamentalmente una cosa: progresión en vuestra carrera profesional; por ello tendréis que incluir fechas los más exactas posibles, así como referencia a logros y ascensos. Debéis plasmar en este documento vuestro impacto en cada uno de los puestos que habéis ocupado, y para ello tendréis que emplear el lenguaje como herramienta principal, frases directas y concisas os serán de gran ayuda. Por ejemplo: "Managed project that led to 800.000€ in sales".

Si en vuestro curriculum tenéis huecos (tiempos en los que no habéis estado trabajando) no os preocupéis, casi todas las escuelas (por no decir todas), os van a ofrecer la posibilidad de explicarlos, eso sí, cuando los expliquéis, no vale decir "estuve buscando empleo", eso se presupone, algo más habréis hecho, ¿no? cursos, estudiar idiomas, colaborar con ONGs, etc., incluid todas esas cosas en las que habéis empleado vuestro tiempo. El desempleo es una situación no deseable, pero los responsables de admisiones entienden como algo normal el que en un curriculum aparezca algún hueco, así que si es vuestro caso no os agobiéis, pero tampoco os durmáis en los laureles!!

Algunos consejos sobre cómo redactar el curriculum para vuestras solicitudes de MBA:
- NO MENTIR (básico en el conjunto de vuestra solicitud)
- No hace falta incluir fecha de nacimiento, notas de GMAT o TOEFL, referencias, ni dónde estudiasteis el bachillerato.
- Huid de los párrafos, es mejor utilizar guiones o viñetas, para que la información quede más visible (los párrafos largos da pereza leerlos), que vuestro curriculum se pueda escanear con un vistazo.
- En cuanto al tipo de letra y tamaño, cualquier tipo, pero nunca por debajo de 10 puntos.
- Haced que alguien os lo revise, cuatro ojos ven más que dos y será más sencillo detectar errores (especialmente errores de traducción)
- Algunas palabras que es aconsejable utilizar: managed, designed, initiatied, developed, led, supervised, .

En resumen, vuestro CV tiene que ser claro y simple, y usad el lenguaje para enfatizar vuestros logros y progresos profesionales. Podréis encontrar modelos de CV en las webs de algunas escuelas, o en alguna de las páginas y foros que ya he citado aquí, concretamente en MBAPodcaster encontraréis artículos y modelos que os orientarán en esta cuestión.

Por otro lado, tenemos los transcripts, que no son más que vuestros expedientes académicos. Aquí se incluyen los de vuestra titulación universitaria, si habéis estado de Erasmus, los del Centro en el que hicisteis el intercambio, y los de cualquier otro posgrado o curso al que hayáis hecho referencia en vuestra solicitud. Estos expedientes tienen que estar traducidos al inglés, así que deberéis buscar un traductor jurado para ello. Pero como la traducción jurada representa un gasto bastante importante, yo os aconsejo que antes de nada vayáis a vuestra universidad y preguntéis si es posible que ellos os den una copia de vuestro expediente en inglés, cada vez más universidades lo hacen, y si os dan una certificación oficial en inglés, tendréis completado el requisito.

Finalmente, en cuanto a las actividades extraescolares, la solicitud os pedirá que describáis aquellas actividades en las que habéis participado durante la universidad y después de licenciaros, fechas, en qué consistía la actividad/organización con la que colaborasteis y vuestro papel. Las actividades extraescolares son una parte importante de vuestra solicitud, porque las escuelas de negocios no quieren cerebritos que saquen las mejores notas pero que se pasen la vida entre los libros. La vida social es una parte muy importante de vuestro MBA, porque la vida social es una parte importante tanto de la vida de cualquier persona como de los negocios, no vale con ser el cerebrito, hay que ser social y saber relacionarse con mucha gente. Así pues, a través de las actividades extraescolares las escuelas van a constatar que sabéis y podéis hacer algo más que estudiar y trabajar, por muy intensas e intensivas que sean las jornadas de trabajo y/o estudio.

Por otro lado, vuestras experiencias en estas actividades extraescolares también os pueden ser de utilidad en los ensayos, por lo que yo os recomiendo que os paréis a reflexionar un poquito sobre todo lo que habéis hecho en los últimos años (a parte de trabajar y estudiar) y empecéis a anotarlo en una libretita, cuando os plantéis delante del ordenador a escribir lo agradeceréis.

viernes, 15 de octubre de 2010

Recursos MBA

Cuando piensas en hacer un MBA, lo primero que solemos hacer es buscar en Internet información de qué va el programa, qué puedes conseguir con él, cómo se justifica la pasta que cuesta hacerlo, etc. (salvo que conozcas a alguien que haya hecho un MBA, en ese caso, afortunado tú, aprovecha y pregunta todo lo que puedas y más).

Yo he hecho mil búsquedas en Internet, he hablado con mucha gente y la verdad es que en este año de investigaciones y de leer mucho sobre MBA he reunido algunas fuentes de información que os pueden ser provechosas y que, por eso mismo, quiero compartir con los que leéis este blog.

Una de mis favoritas, por útil, sencilla y concreta, es Twitter. A través de Twitter podéis seguir la actualidad de las escuelas que más os interesen, pero también podéis obtener información sobre solicitudes y hasta enlaces a entrevistas con responsables de admisiones. Para vuestra información, en Twitter yo sigo a: ClearAdmit, MBAPodcaster, MBA_Channel y mbaSpain. 

De ClearAdmit ya os he hablado en alguna ocasión, podéis ver también su blog (la web no tiene nada interesante, salvo que queráis contratar sus servicios), donde encontraréis entrevistas con los responsables de admisiones de muchas escuelas Top. Además veréis que tienen un apartado dedicado a hacer un análisis de los topic de los essays de cada una de esas escuelas. Estos análisis os pueden servir de guía cuando empecéis a hacer los ensayos, porque en cada análisis os cuentan de qué se supone que debéis hablar en el ensayo en cuestión. Un contenido semejante encontraréis en el blog de Accepted.com, os aconsejo que los miréis los dos, porque son los más importantes y de los que más os podréis fiar.

MBAPodcaster es una página web en la que encontraréis podcasts (y sus correspondientes transcripciones) y artículos sobre los diferentes componentes de la solicitud MBA (curriculum, cartas de recomendación, ensayos, etc.) y sobre tendencias, majors, y otros artículos varios. MBA_Channel publica menos tweets, pero de vez en cuando aparecen entrevistas y artículos interesantes, así que no perdéis nada por seguirlos.

Finalmente, mbaSpain, imprescindible, creedme. Lo mejor para españoles, publica novedades sobre visitas de escuelas, enlaces a artículos y entrevistas e información de todo tipo.

A parte de Twitter, yo también he seguido la actividad de algunas escuelas en facebook, esto es útil para hacerte una idea de cómo es la vida en cada escuela y para estar al día de las novedades. También es interesante que os deis un paseo por los blogs de admisiones y por los blogs de alumnos de las escuelas que os gusten.

Nada más que con esto ya tendréis más información de la que tenéis tiempo de procesar, no obstante, siempre podéis seguir buscando en el world wide web y seguro que me dejo atrás muchas fuentes de información muy interesantes.

Ya estamos en Twitter y Facebook

Síguenos en tus redes sociales. A través de Twitter serás el primero en enterarte de cada nueva publicación, mientras en Facebook conocerás a gente con tus mismos intereses y dudas, con quienes podrás hablar, preguntar dudas y compartir experiencias.

@Quierohacer1MBA en Twitter y el grupo "Quiero hacer un MBA" en Facebook (ojo, hay otro grupo con el mismo nombre y las mismas imágenes, comprobad que es el grupo asociado al blog)

El proceso de solicitud

Una vez que has hecho los exámenes, has investigado y tienes más o menos confeccionada una lista de escuelas a las que te gustaría ir, toca ponerse manos a la obra. Sí, ahora es cuando te pones manos a la obra, porque todo lo que has hecho hasta ahora no era más que el principio (lo sé, te estás llevando las manos a la cabeza, ya te avisé de que lo del MBA cuesta mucho tiempo y esfuerzo).

Voy a describirte someramente el proceso de solicitud de MBA, y después ya entraremos a hablar de cada parte con más detenimiento. Para solicitar tu admisión en un MBA, por lo general necesitarás una copia de tu curriculum vitae redactada en inglés (1 página, sí o sí), los expedientes académicos de tu carrera y cualesquiera otras licenciaturas, diplomaturas, máster, etc. que hayas cursado desde tu etapa universitaria (transcripts) por supuesto en inglés; además deberás pedir dos o tres cartas de recomendación a tus jefes actuales, pasados, compañeros de trabajo, clientes, etc. Finalmente, tendrás que escribir varias redacciones o essays, en los que normalmente se te pedirá que detalles tu carrera profesional hasta el momento, por qué quieres hacer un MBA, qué crees que puedes aportar a la clase, que describas tus experiencias de liderazgo o de gestión de equipos.

Y no menos importante que todo esto es completar los formularios de solicitud, lo cual yo te recomiendo que hagas lo primero de todo, porque luego cuando estés agobiado dando los últimos retoques a tus essays antes del deadline lo último en lo que te paras a pensar es en contestar la gran cantidad de apartados que suelen contener los formularios de solicitud.

Así que, empezando por el principio, una vez tienes decidido en qué escuelas vas a presentar tu solicitud, date de alta sus plataformas webs de solicitud (normalmente, pichando en el botón Apply), y rellena todos los campos que puedas: datos personales, sociodemográficos, estudios, idiomas, GMAT y TOEFL, actividades extraescolares, experiencia profesional, etc. Después te alegrarás, te lo aseguro.

Una vez hecho esto, tendrás que marcarte un calendario, porque aplicar a varias escuelas de negocios lleva mucho tiempo, hay deadlines que cumplir y mucha documentación que presentar, así que la planificación es vital. A ver, hay quien se pone del tirón y lo hace todo en un par de semanas, pero si yo hago eso me olvido de algo seguro, así que prefiero planificar y tener la cosas bajo control, así estoy más tranquila; además, en estas escuelas es muy difícil entrar de por sí, así que no creo que quieras restar puntos a tu candidatura porque con las prisas de última hora se te ha colado un Stanford donde querías decir Harvard o porque se te ha olvidado detallar tus actividades extraescolares.

Lo primero, toma nota de los deadlines de cada ronda de las escuelas a las que quieras aplicar. Lo ideal es aplicar en primera ronda, pero es un lujo que sólo aquellos que preparan sus solicitudes con mucha antelación se pueden permitir. Si ya no llegas a primera ronda, no te preocupes, los "international" normalmente aplican en segunda ronda, y es con estos con quienes te vas a pelear para entrar en la escuela de tus sueños. La tercera ronda, ni te la plantees (salvo escuelas como Haas-Berkeley, que tienen cuatro rondas), porque en esa ronda las clases ya están prácticamente llenas, y tienes que ser un fuera de serie o un candidado muy diferenciado para entrar, y cuando digo muy diferenciado me refiero a que tengas un background único tipo medallista olímpico, alto mando militar o similares.

Una vez que ya tienes frente a tí los deadlines, deberías hacerte un calendario, en el que vayas marcando a qué escuelas vas a aplicar primero y a cuáles después. Este calendario te vendrá muy bien de cara a tener en mente cuánto tiempo te queda, y también para gestionar tus recomendaciones, porque tú puedes ser caótico con la redacción de ensayos y hacer uno de una escuela y a continuación otro de otra, pero a tus recomendadores tendrás que hacerles el trabajo lo más sencillo posible y no marearlos mucho. Además, en este calendario te vendría bien incluir los deadlines de las becas, que también tendrás que tener en cuenta si vas a pedir una beca para financiar el MBA, porque puede darse el caso de que los plazos de solicitud de becas se solapen con los plazos de solicitud de MBA.

Para todo esto yo estoy utilizando una aplicación para iPhone desarrollada por ClearAdmit, llamada MBA Planner, y para mí está siendo muy útil, porque me va indicando cuánto tiempo me queda para los deadlines, qué partes de la solicitud me faltan por completar, etc.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Las escuelas: a dónde ir

Una vez que ya te has quitado de enmedio los exámenes empieza una nueva fase, completamente distinta pero exactamente igual de absorbente. Ahora toca investigar y decidir a qué escuelas ir.

Llegados a este punto, lo primero que hacemos todos es empezar a ver ránkings: The Economist, Financial Times, Business Week, US News, etc., porque todos queremos ir a la mejor escuela posible, pero conforme más rankings vemos, más locos nos volvemos, para empezar porque ves que hay muchas escuelas muy buenas, y para seguir porque según quién haga el ránking, una escuela está muy bien o menos bien considerada.

Luego empiezas a ver opciones en Europa, en EE.UU., en Asia... y todas parecen estupendas, y la pregunta es: "entonces, ¿cuál elijo?"; porque en todas no puedes solicitar plaza (los procesos de solicitud son tediosos, requieren mucha paciencia y mucho tiempo, especialmente los essays), pero tampoco vas a intentarlo sólo con una o dos, porque el riesgo de quedarte fuera es muy alto (las escuelas top, que aparecen en lo alto de todos los rankings, suelen ser muy selectivas).

Mi consejo personal, y tomadlo como eso porque mi intención no es deciros lo que tenéis que hacer, es que investiguéis y vayáis más allá de la mera posición de los rankings. Para que os hagáis una idea, yo creo que hay varios grupos de escuelas entre las que las diferencias son mínimas. Tenemos el grupo de las top, que lo conforman unas 10 escuelas, otro grupo formado por escuelas también muy buenas, pero un escalón por debajo de las top (por debajo no tanto en cuanto a calidad sino en cuanto a fama, pq yo creo que algunas de las que todo el mundo incluye en este grupo son incluso mejores que algunas top, preferencia personal, al fin y al cabo), y un tercer grupo formado por second tier.

Yo tomé los rankings como una referencia, de allí saqué una lista de unas 20 escuelas sobre las que empecé a leer cosas y a investigar, y también a descartar escuelas hasta quedarme con una lista de 5, que creo que es el máximo de escuelas a las que se puede aplicar en un año (más de 5 va a suponer tal carga de trabajo que es casi imposible). Tened en cuenta una cosa, en vuestra lista de escuelas siempre es bueno tener alguna opción de back-up, alguna escuela second tier, de nivel medio-alto en la que sea un poco más sencillo entrar y que os asegure que no os vais a quedar sin MBA, pero bueno, si tenéis muy claro que o váis a determinadas escuelas o no os merece la pena hacer el MBA, esta back-up option no será necesario.

En cualquier caso, las diferencias entre unas escuelas y otras son escasas, por eso hay tantas variaciones de un ranking a otro, y por eso hay que ir más allá de rankings e investigar sobre el programa, especialidades, profesores, recruiting, en qué puestos y en qué industrias suelen colocarse los graduados de la escuela, etc., pero sobre todos esto factores, creo que lo que tienes que buscar es el feeling con la escuela.

Ya os he hablado en alguna ocasión de lo importante que es tener las ideas claras y saber qué quieres obtener del MBA. Pues exactamente igual que debes saber lo que quieres del MBA, debes saber qué quieres de la escuela, cómo quieres que sea, si quieres ir a una escuela que fomente un ambiente colaborativo, el trabajo en el equipo y que te ayude a aprender cómo gestionar personas, o si prefieres una escuela más individualista o más centrada en la competitividad individual, que forme élites y líderes de masas. Tanto en un caso como en el otro, vas a encontrar una escuela top que encaja con tus preferencias, por lo que te aconsejo que te olvides de los nombres y de los números, y no incluyas a Harvard en tu lista, por muy bien que pinte, si crees que el ambiente de Harvard no corresponde a lo que tú quieres del MBA.

Lo de detectar el feeling es una tarea complicadilla, si tienes la oportunidad, lo mejor es hacerte un viaje y visitar las escuelas, porque es estando en el campus como mejor te puedes hacer una idea de lo que va a ser el MBA y de si ese es tu sitio. Si como ha sido mi caso, lo del viaje es imposible, existen otras formas de contrastar si una escuela determinada es vuestro sitio o no, podéis apuntaros a las sesiones informativas que prácticamente todas las escuelas organizan un par de veces al año en varias ciudades españolas (en Madrid seguro, y algunas van también a Barcelona e incluso a Valencia), también podéis escribir a la oficina de admisiones de la escuela en cuestión (no os cortéis, son muy amables y están encantados de responder a vuestras preguntas) pidiendo que os pongan en contacto con algún alumni o alguien que esté estudiando el master, sus experiencias y consejos os van a ser muy útiles; o podéis buscar en Internet, leer foros, blogs (casi todas las escuelas tienen blogs en los que sus alumnos cuentan sus experiencias en la escuela) e incluso hay por ahí una guía de Princeton Review que te hace un análisis bastante completo de cada escuela y de cuáles son sus puntos fuertes, incluyendo testimonios de estudiantes sobre la escuela, el programa, los profesores y la vida fuera del campus. Y es que recursos no faltan para el que está interesado en investigar, tenlo por seguro.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Los exámenes (y IV): Cómo preparar el GMAT

En cuanto a la preparación del examen, yo empecé a preparar el GMAT por mi cuenta, con el libro Cracking the GMAT (Princeton Review), que me vino bastante bien para entender qué es el examen y cómo está planteado, y para empezar a repasar matemáticas (hacía como 10 años que había olvidado la geometría), pero cuando empecé a hacer ejercicios de matemáticas, y cuando empecé a leer de qué iba la parte verbal, me dí cuenta de que iba a necesitar ayuda, especialmente con sentence correction y con la parte matemática en general, así que pregunté y dí con el que creo que es el mejor profesor de GMAT que tenemos en España, Kevin Armstrong.

Kevin hace el GMAT una vez por año, para comprobar que no ha habido cambios en el tipo de preguntas y que su curso es efectivo, y puede presumir de haber sacado 790 puntos, todo un récord. Es un crack con las matemáticas, conoce muy bien el examen, sabe exactamente qué es lo que te vas a encontrar en el GMAT y tiene un repertorio de ejercicios casi infinito.

El curso de Kevin es carillo, no os voy a engañar, pero si lo comparas con los cursos que te ofrecen en otras academias de Madrid como Kaplan o Hiedra Centers, os puedo asegurar que es muy económico, también es barato si tienes en cuenta que examinarte de GMAT cuesta 300 dólares, por lo que si tienes que repetir el examen por no haber conseguido la nota que quieres/necesitas, la broma te saldrá bastante cara. Lo mejor del curso de Kevin es que además del curso, en el precio se incluyen seis clases particulares que agradecerás cuando empieces a hacer simulacros de examen. Además Kevin te ofrece flexibilidad en caso de que necesites acelerar el curso, reforzar alguna parte en concreto, si algún día no puedes ir a clase o si te surge cualquier otra cosa.

¿Y cómo contactar con Kevin? fácil, tiene página web, entra en http://www.gmatclasses.es y ponte en contacto con él, de verdad, no te vas a arrepentir.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Los exámenes (III): seguimos con el GMAT

El GMAT propiamente dicho cuenta con dos secciones, una verbal y otra matemática. La parte verbal tiene tres tipos de preguntas: sentence correction, critical reasoning y reading comprehension. Por otro lado, en la parte cuantitativa encontrarás preguntas de dos clases: problem solving y data sufficiency; que testarán tus conocimientos en materias tales como aritmética, álgebra y geometría.

En la primera de las secciones de la parte verbal, sentence correction, te aparecerá un texto más o menos largo en el que una parte estará subrayada (puede estar subrayado hasta el párrafo completo), la cual tendrá errores gramaticales que debes detectar y corregir, aunque ojo, también puede darse el caso de que no haya errores gramaticales, y la parte subrayada de la frase esté correctamente formulada tal y como se te presenta. Justo a continuación del texto, y puesto que se trata de un examen tipo test, te aparecerán en pantalla cinco opciones de respuesta de entre la que deberás elegir la respuesta más correcta.

La primera de las opciones de respuesta en Sentece Correction es la misma frase que te aparece en el enunciado de la pregunta, por lo tanto elegirás esta opción cuando creas que el texto no contiene ningún error gramatical o semántico. En el resto de opciones de respuesta encontrarás cuatro versiones distintas de la frase o texto que te aparece en el enunciado; en caso de que creas que la primera respuesta no es correcta, deberás elegir entre estas cuatro opciones aquella que sea gramaticalmente más correcta sin alterar el sentido y significado del texto original. Y aquí viene el truco, como habrás podido comprobar, hablo de elegir la respuesta “más correcta” no la respuesta correcta, y eso se debe a que es posible que entre las posibles respuestas aparezcan dos que sean gramaticalmente correctas y respeten el sentido y significado de la oración original, sin embargo, sólo una de ellas será la respuesta acertada, ¿cuál de ellas? Normalmente la más concisa, porque al GMAC le gusta comprobar si sabes ser conciso. Sé que esto suena tremendamente complicado, pero no te preocupes porque al final “tan sólo” tendrás que aprender a manejar una lista más o menos larga de reglas gramaticales que son las que el GMAC suele testar, y habrá truquitos que te ayuden a identificar la respuesta correcta.

Seguimos con la parte verbal, y ahora te explicaré en qué consisten las preguntas de Critical Reasoning. Esta sección trata de evaluar tu razonamiento crítico, y para ello te presentan un argumento que tiene algún fallo de razonamiento, el cuál deberás detectar. Los fallos son diversos, no obstante, hay una serie de preguntas que deberás hacerte a ti mismo cuando leas el argumento y que te ayudarán a detectar los fallos de razonamiento. Por ejemplo, si el argumento está haciendo una comparación entre dos poblaciones, deberás plantearte si realmente esas poblaciones son comparables (esto es, que no están comparando naranjas con zanahorias, que no tienen en común más que el color).

Finalmente, en la parte verbal del GMAT encontrarás preguntas de Reading Comprehension, en mi opinión, las más sencillas de todas, porque desde que somos pequeños hemos hecho ejercicios de este tipo en clase de inglés. Consiste en leer un texto y responder preguntas sobre él. Hay varios tipos de preguntas, en algunas preguntan cosas que aparecen literalmente en el texto, en otras se te pregunta qué quiere decir el autor o que se desprende de una determinada afirmación. Total, nada del otro mundo, basta con leer con cuidado el texto y al acabar hacer un esquema mental del contenido de cada uno de los párrafos. Un poco de práctica y verás cómo controlas esta sección sin mayores problemas.

Ahora pasemos a la parte cuantitativa. En esta sección te vas a encontrar dos clases de preguntas, la primera, Problem Solving, que son los problemas de toda la vida, sólo que formulados al estilo americano, ya sabes, en plan “si un coche sale de Vermont a 100 km/h y otro de Boston a 200 km/h, ¿dónde se encontraran?”, y deberás elegir entre cinco respuestas posibles. Pero además, y aquí viene lo mejor, te vas a encontrar otro tipo de preguntas de las que probablemente no hayas oído hablar en tu vida, Data Sufficiency.

En las preguntas de Data Sufficiency tendrás que leer el enunciado de un problema y decidir si tienes suficientes datos para responder a la pregunta que formula el problema. Además del problema, vas a encontrar dos oraciones que se supone que contienen datos que completan el enunciado, y tu trabajo es enjuiciar si con los datos que contiene una sola de esas oraciones es suficiente para responder a la pregunta, si necesitas la información de las dos oraciones, o si por el contrario ni con toda la información facilitada es posible resolver el problema.

Suena complicado, ¿no? Bueno, es difícil entender el sentido de estas preguntas, porque el GMAC no quiere que resuelvas el problema, quiere evaluar tu juicio crítico y determinar si sabes exactamente qué información necesitas para resolver un problema concreto. Esto implica que no basta con conocer una forma de resolver el problema, sino que debes plantearte si existe algún método matemático que te permita resolver el problema con la información de que dispones. En este tipo de preguntas es fundamental no perder de vista la pregunta del problema, y también es importante tener visión matemática.

Lo bueno, y la razón por la cual no debes agobiarte, es que el contenido de las preguntas (tanto las de un tipo como las de otro) no es muy complejo. Te van a preguntar conceptos de álgebra, aritmética y geometría que son bastante básicos, vamos las matemáticas del instituto. Aquí hay una gran diferencia entre los que sois ingenieros, que no habéis parado de trabajar con matemáticas y que tenéis una visión geométrica alucinante, y los que venimos de letras o de administración de empresas, para los que la geometría quedó atrás hace tiempo, y que necesitamos un repasillo a esos conceptos básicos para refrescar nuestras memorias.

En mi caso, he de decir que me fue bastante bien en el GMAT, principalmente gracias a que hice una muy buena parte verbal, y eso me subió mucho la nota, porque mi parte cuantitativa es más bien normalita, pero claro, yo vengo de letras, así que creo que es normal que mi verbal fuera mucho mejor. Sin embargo, sí os aviso, estudiarlo fue un infierno, porque por si fuera poco ponerse a estudiar estas cosas a la vez que trabajas, encima a mí se me tocó estudiar en el mes de junio más caluroso desde que hay datos registrados, y os puedo asegurar que hacer ejercicios de matemáticas mientras la calor te asfixia requiere mucha motivación y muchas ganas de hacer el MBA.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Eres mujer, ¿seguro que quieres hacer un MBA?

Si como yo eres mujer, simplemente llegar hasta aquí ya ha supuesto un duro camino. La mayoría de las mujeres, especialmente en España, ni siquiera saben lo que es un MBA, y de aquellas que sí lo saben, muchas ni se lo plantean.

Si ya tienes el MBA en tu cabeza, bienvenida al club, sé que tomar esta decisión es difícil, a mí me ha costado tomarla, y me lo he repensado muchas veces, incluso después de tener superado el GMAT. Y esto pasa porque siempre tienes a alguien por ahí diciéndote que pongas los pies en la tierra y te dejes de historias, que eres mujer, que algún día te tendrás que plantear tener una familia, y meterte en un proyecto como el MBA cuando estás cerca de la treintena implica retrasar demasiado la maternidad, que trabajar y ser madre ya supone un gran esfuerzo como para empeorarlo buscando un trabajo a tiempo completo "que te complique la vida"... entre otras lindezas.

Cuando te repiten ese mensaje una y mil veces (como me ha pasado a mí) te piensas las cosas una y mil veces, "porque algo de razón tendrán"; además, cuando tu entorno cercano apoya esta tesis, supone un gran esfuerzo y un gran cambio ir en contra de tu "educación" (en mi caso: "eres mujer y algún día te tendrás que hacer cargo de una casa, y para poder llevar casa y trabajo adelante lo mejor es tener un trabajo de media jornada o ser funcionario") y tomar la decisión de hacer un MBA, y dedicar a ello todo el tiempo, esfuerzo y dinero que requiere, siendo totalmente consciente de lo que ello conlleva y de la forma en la que estás cambiando tu vida.

En este sentido los hombres lo tenéis un poco más sencillo, no tenéis reloj biológico y socialmente no estáis considerados como los que tenéis que cuidar del hogar (aunque creáis que no, esto todavía pasa, creedme). Todavía nos queda mucho camino que recorrer como sociedad para cambiar todo esto, pero mientras que esos cambios suceden (o hacemos que sucedan), lo que hay es lo que hay, y actualmente una mujer que se plantea hacer un MBA se va a encontrar con muchos obstáculos, así que si todo esto no ha podido con tu voluntad, enhorabuena y mucho ánimo.

Y como no hay mal que por bien no venga, si después de tener que aguantar tanta monserga sigues segura de que este es tu camino y de que lo que quieres hacer es un MBA, ya tienes buena parte del camino recorrido, porque ahora tienes muy claras tus motivaciones, por qué has elegido este camino y qué quieres conseguir del MBA, y todo ello te va a ayudar en los procesos de solicitud de MBA.

martes, 10 de agosto de 2010

Los exámenes (II): GMAT

Para los que nos planteamos hacer un MBA, el GMAT (o Graduate Management Admission Test) suele ser la parte más tediosa. Un examen de razonamiento verbal y matemático (por supuesto, en inglés) que podríamos describir como una especie de selectivad de los MBA. Su razón de ser es que los candidatos a hacer un MBA pueden proceder de cualquier parte del mundo, y haber estudiado casi en cualquier centro universitario del mundo, y para las escuelas de negocios es totalmente imposible saber si el nivel de exigencia de todos esos centros es comparable al suyo o si las notas del candidato han sido "infladas", por lo que no se pueden fiar totalmente de la nota media de tu carrera. Solución: todos el que quiera hacer un MBA tiene que pasar el mismo examen.

Este examen es un test estandarizado adaptativo que se hace por ordenador, en él un programa informático va eligiendo las preguntas de tu examen atendiendo a la dificultad de las preguntas que vas contestando correctamente, esto es, si vas contestando bien a preguntas difíciles, el programa te va poniendo más preguntas difíciles (y tu nota se mantiene alta), sin embargo, si te equivocas con las difíciles, el programa va seleccionando preguntas más sencillas (y tu nota baja), de manera que el software trata de averiguar el nivel de las preguntas que eres capaz de contestar bien y a partir de ahí calcula tu nota. Así pues, no hay dos exámenes de GMAT iguales. El GMAC, que son quienes organizan el examen, tiene un repertorio de preguntas casi infinito, y en cada examen introducen unas pocas preguntas nuevas que testan contigo (pero no puntuan) y que se añadiran a la base de datos para futuros exámenes.

Por otro lado, las notas se asignan conforme a una campana de Gauss (esto es, por percentiles) conformada por las notas de los que han hecho el GMAT en los últimos años. Para que te orientes con esto, te muestro las tablas que tiene colgadas el GMAC en su web (http://www.mba.com/) y en las que te muestran cómo andan los porcentajes más o menos ahora mismo:

 

Como ves, hay dos tablas, en una están los percentiles generales, esto es, la nota total, y en el otro te aparecen los percentiles por secciones (verbal y cuantitativa, V y Q en adelante). Si las miras con detenimiento, verás que es bastante difícil alcanzar una puntuación de 40 puntos en la parte verbal, mientras que idéntica puntuación en la parte cuantitativa es de normalita tirando a mala, así que ten en cuenta esta diferencia entre la puntuación de V y la de Q a la hora de estudiar y mientras estés haciendo ejercicios.

Además del GMAT propiamente dicho (esto es, Q y V), el examen consta de otra sección que se denomina AWA, en ella tendrás que escribir dos ensayos, en uno darás tu opinión sobre un asunto, argumentandola y dando tantas razones y ejemplos como puedas en 30 minutos; en el otro tendrás que analizar las debilidades de un argumento, y también tendrás 30 minutos para escribir todo lo que puedas al respecto. En esta sección es bastante sencillo sacar una nota decente, teniendo en cuenta que una nota decente es obtener 4 puntos sobre 6 posibles. Esta parte del examen suele ser utilizada por las escuelas para evaluar cómo escribes, especialmente en aquellos casos en los que tengan dudas sobre si tú has sido el autor de tus essays y/o tus cartas de recomendación (los primeros deberás redactarlos tú, las segundas no).

Hasta aquí la introducción general al examen. En el próximo post un poco más de información sobre cada una de las secciones, timing y recursos para preparar el examen.

domingo, 1 de agosto de 2010

El primer paso, los exámenes: TOELF

Para aquellos que empezáis a interesaos por esto del MBA deciros que el primer paso de este camino es superar los dos exámenes que exigen prácticamente todas las escuelas de negocios: el TOEFL y el GMAT.

El primero, TOEFL, es un examen de nivel de inglés, que se exige a todos aquellos que no hayan obtenido su licenciatura en un centro angloparlante. Muchas escuelas admiten cualquier otro examen nivel (Cambridge, PTE, IELTS), pero el TOEFL es el más generalmente aceptado, por eso se presenta como la mejor opción. Si tienes otro título o quieres hacer otro examen, lo mejor es que consultes directamente a la escuela de destino si admiten otro certificado, por ejemplo, me consta que la mayoría de las escuelas, además del TOEFL también aceptan los exámenes de Cambridge, pero dependiendo de la escuela, a unas les basta con Advance y otras exigen Proficiency.

Yo personalmente me incliné por el TOEFL, en su versión Internet (o iBT). En esta versión, la puntuación máxima son 120 puntos. Algunas escuelas exigen una puntuación mínima de 100 puntos, otras no. Las más elitistas, como Harvard, exigen 109 o 110. En aquellas que no tienen un mínimo definido, lo mejor es echar un vistazo a la nota media de los alumnos actuales para tener una referencia de cuánto necesitaríamos para entrar.

El TOEFL iBT es un examen que dura unas 4h, y cuenta con cuatro secciones: Reading, Listening, Speaking y Writing. Cada una de esas secciones puntúa de 0 a 30 puntos, así que para sacar una buena nota hay que destacar en todas y cada una de ellas. Ahora bien, las escuelas de negocios miran con especial detalle los resultados del Speaking y del Writing, porque las clases suelen ser participativas y porque, como dicen por ahí, no se sacan mejores notas por saber leer mejor, así que en la escuela necesitan saber que vas a ser capaz de expresarte en inglés y participar en clase. En conclusión, (aviso para navegantes) a un MBA no se va a aprender inglés, a estos sitios hay que llegar ya con el inglés aprendido de casa.

Yo me preparé este examen en Madrid, y la verdad es que estoy bastante contenta con la academia en la di clases. Aquellos que lleváis hablando inglés desde la cuna, como quien dice, no necesitaréis ayuda extra, pero los que no, como era mi caso, podéis preguntarme y estaré encantada de ayudaros.

Del TOEFL creo que esto es todo, mi próxima entrada, el GMAT, y eso ya son palabras mayores.

domingo, 25 de julio de 2010

¿Es el programa adecuado para mí?

Esta es una pregunta muy personal, es algo que debes plantearte muy seriamente, porque desde ya te informo de algo que todos los responsables de admisiones y expertos repiten hasta la saciedad: no quieren a gente que vaya a hacer el máster por hacerlo, porque no tiene otra opción mejor o porque está "quemado" en su trabajo.

Hacer un MBA requiere una importante inversión de tiempo, dinero y esfuerzo, por lo que tu decisión debe ser fruto de una reflexión detenida. Además, las escuelas de negocios buscan a gente motivada, que tenga las ideas claras y que vaya al programa dispuesto a dar el 120%, por lo que si no tienes unos motivos claros, si no tienes una "historia" convincente, tu solicitud no va a pasar el corte.

En mi caso, hace mucho tiempo que decidí que el MBA era un paso necesario en mi carrera para llegar a dónde quiero llegar, y lo es por la formación que espero recibir, por los contactos que espero hacer, por la gente que espero conocer y por la forma en que espero que mi vida cambie tras el MBA.

Pero ese es mi caso, del cual ya os hablaré más en el futuro (no lo dudéis). Por ahora, para los que no tengáis las cosas muy claras y necesitéis un poquito más de información, os recomiendo la lectura de una guía editada por la Asociación de Becarios de la Fundación Rafael del Pino. Es muy ilustrativa y muy completa, porque hace referencia tanto a las becas como a las admisiones en las mejores escuelas de negocios. Además, cuanto antes la leáis, mejor, porque se dan algunos consejos que os pueden ser de mucha utilidad en todo el proceso, para acabar de perfilaros como "el candidato perfecto". 

Guía de la Fundación Rafael del Pino

jueves, 15 de julio de 2010

¿Qué es un MBA?

La primera pregunta, obligada, y aunque probablemente para cuando lleguéis a este blog ya tendréis una idea de qué es un MBA y en qué consiste, no está de más empezar por los principios, ¿no?


Un MBA es un Máster en Administración de Empresas, y las siglas MBA provienen de la denominación del máster en inglés (Master in Business Administration), porque este tipo de máster son originarios de EE.UU., así que si estás pensando en estudiarlo en EE.UU., que sepas que estarás acudiendo a lugar en el que se encuentra el origen de este tipo de programas.


Contra lo que muchos piensan, no fue Harvard la primera universidad en la que se impartió este programa, sino Tuck School of Business, de Darthmouth College, detalle curioso, aunque en la actualidad la practica totalidad de las escuelas de negocios (independientemente de donde se encuentren) utilizan en sus clases los casos elaborados por Harvard School of Business.


Los MBA son impartidos por escuelas de negocios, instituciones dependientes de universidades especializadas en la enseñanza de postgrado, y a las que te tendrás que dirigir para informarte de los programas, duración, contenido, especialidades, etc.


El MBA puede tener una duración de un año (la mayoría de las escuelas europeas ofrecen programas de esta duración) o dos años (es la duración de los programas americanos). También pueden hacerse programas conjuntos MBA y JD, MBA y máster en ingeniería, etc., la variedad es tal que hay casi un programa para cada persona, por lo que deberías evaluar todas las posibilidades antes de decidir.

viernes, 9 de julio de 2010

Inaguración del blog

Aquí empieza, el primer post de este blog que pretende ser una referencia para aquellos que se plantean estudiar un MBA, y también un punto de encuentro para aquellos que estamos en pleno proceso, un sitio donde todos podamos compartir experiencias, sufrimientos, agobios, incertidumbres, y también, claro está, buenas noticias. Desde ya, tenéis permiso para corregirme si lo creéis oportuno, añadir vuestras opiniones y criticar mis comentarios, que para algo existe la libertad de expresión.


Me consta que el aspirante a un MBA suele estar bastante perdido, especialmente en las primeras fases del proceso, así que para aquellos que se encuentren en esta situación, espero que mi blog os sea de utilidad y os ahorre al menos parte de toda esa investigación que yo tuve que realizar por mi cuenta, y que tantas horas delante del PC me costó.


Además, todos aquellos que ya estamos manos a la obra sabemos que es fácil sentirse un poco sólo en el proceso, porque para los que nos rodean es difícil entender todo lo que implica el MBA y todo el esfuerzo que ponemos en su preparación, así que me gustaría que pudiéramos compartir aquí nuestras experiencias y animarnos unos a otros. De paso, podemos dejar de dar "la chapa" a nuestros amigos un rato, esos mismos que dicen que somos monotemáticos y que de un tiempo a esta parte es un rollo hablar con nosotros.


Saludos y espero que el contenido de este blog sea de vuestro agrado.


Estáis invitados a hacer comentarios y cualquier propuesta será bienvenida.