martes, 23 de noviembre de 2010

Solicitudes: Cartas de recomendacion (II)

Una vez que tenéis unas guías básicas para elegir bien a quienes os van a recomendar, os voy a explicar por qué es tan importante que las personas que elijáis os conozcan bien. Por lo general, las escuelas de negocios TOP no quieren una carta de presentación al uso, sino que la recomendación es algo bastante parecido a vuestros essays, y requiere cierta elaboración. Vosotros deberéis indicar el nombre y los datos de contacto de la persona en cuestión, y la escuela les enviará un mail con un link a una página web, a la que accederán con un nombre de usuario y contraseña que se les indica en el mail. En esa página web deberán indicar sus datos de contacto y de qué y desde cuando te conocen. Después es probable que evalúen vuestras capacidades, indicando, por ejemplo, si sois buenos comunicadores o excelentes comunicadores.

A parte de esto, vuestro recomendador tendrá que responder a una serie de preguntas sobre cómo sois (desde un punto de vista personal y profesional), cómo ha sido vuestra trayectoria profesional, si tenéis madera de líder, cómo trabajáis en equipo, algún defecto vuestro o algún aspecto en el que crea que debéis mejorar, si habéis hecho algo para mejorar, etc. Cómo veis las preguntas son bastante concretas y os aseguro que resulta difícil contestarlas si no os conocen bien, y preparar la respuesta (por supuesto en inglés) requiere tiempo y reflexión.

Aviso para navegantes: totalmente prohibido escribir vuestras propias recomendaciones. En serio, tomad esta advertencia al pie de la letra. Los candidatos españoles nos encontramos con un problema, porque aquí hay muy poca cultura de recomendación, de manera que salvo que trabajéis para una multinacional o estéis pidiendo la recomendación a alguien que ya haya hecho un MBA, lo más normal es que cuando pedís la recomendación os digan aquello de: “bueno, tú escribe lo que tú creas conveniente y yo lo firmo”; pero no podéis hacerlo, eso no es lo que las escuelas quieren, no es la finalidad de la carta de recomendación, por lo que controlan las recomendaciones con sumo cuidado, estudian los estilos de redacción (recordaros que las escuelas tienen vuestros essays y vuestras redacciones de la parte AWA del GMAT para comparar), y si la escribís vosotros, os van a pillar casi seguro.

Cuando un recomendador os diga que escribáis vosotros la recomendación, tenéis dos opciones, explicarle que es necesario que ellos la escriban, ofreciéndoos a hacer lo más liviana posible su tarea, o elegir a otra persona. Por cierto, hablando del momento en que pedís la recomendación, se me ha olvidado deciros que es importante que cuando habléis con vuestro posible recomendador, le ofrezcáis la posibilidad de decir que no.

Bueno, volviendo a ese mal momento en el que os sueltan la dichosa frasecita (o alguna semejante), os he dicho que tenéis dos opciones, cambiar de recomendador o explicarle por qué es importante que sea él/ella quien escriba la recomendación. Os recomiendo que al menos intentéis lo segundo, porque otro papel que tienen las cartas de recomendación es mostrar que tenéis capacidad para implicar gente en vuestro proyecto y convencer a alguien de que os ayude y os dedique una parte de su tiempo; cualidades muy valoradas por una escuela de negocios.

Antes he hablado de ayudar a vuestros recomendadores para aligerar su tarea, para ello podéis redactar un resumen/esquema de lo que habéis escrito en vuestros essays, de manera que ellos se hagan una idea de qué clase de cosas deberían incluirse en la carta de recomendación; también podéis ayudarles a refrescar su memoria haciendo una lista de aquellos proyectos en los que trabajásteis juntos y de cuál fue vuestra aportación a los mismos. En general, la idea es que elaboréis unos “guidelines” a partir de los cuales ellos redacten la respuesta a las preguntas que les plantee cada escuela. Como mucho podéis ofreceros para ayudarles a cumplimentar los formularios de recomendación y para subir las recomendaciones caso de que no se lleven muy bien con las nuevas tecnologías, pero no debéis tocar ni una palabra de lo que ellos hayan escrito. Para los que no escriban en inglés (no es lo ideal, pero sabemos que pasa), podéis pedirles que escriban la recomendación en español y buscar vosotros a un traductor que se encargue de la traducción del documento (ni se os ocurra traducirlo vosotros, porque estamos en las mismas, las escuelas sabrán que vosotros habéis redactado la versión que finalmente se ha subido a la plataforma, y aunque sólo hayáis traducido el documento, será difícil probar que vosotros no habéis escrito vuestra recomendación).

Finalmente, redactar recomendaciones para MBA requiere tiempo, especialmente teniendo en cuenta que vais a presentar vuestra solicitud en varias escuelas, así que debéis ser muy cuidadosos a la hora de elegir a vuestro recomendador, debe ser una persona dispuesta a implicarse y a dedicaros parte de su tiempo libre durante algunas semanas. Y por supuesto, yo os recomiendo que, una vez hayáis acabado con las solicitudes, tengáis un detalle de agradecimiento con estas personas (en EE.UU. te recomiendan que envíes una nota de agradecimiento), porque su colaboración habrá sido fundamental para vuestra admisión, pero bueno, esto último es sólo un consejillo personal, cada cual que actúe como crea oportuno.

Solicitudes: Cartas de recomendacion (I)

Ya hemos hablado de los exámenes, del curriculum vitae, los transcripts, las actividades extraescolares y los essays. Ahora es el turno de las cartas de recomendación, que junto con los essays y el GMAT, es otra de las piedras angulares de tu solicitud de MBA.

Recapitulando, con el GMAT y los transcripts, las escuelas evalúan tu capacidad intelectual y tu rendimiento académico (primera piedra angular); con los essays van un poco más allá para conocer tus motivaciones, tus planes de futuro y tus cualidades personales (segunda piedra angular). Finalmente, las cartas de recomendación respaldan todo lo que has contado sobre ti mismo/a en tus ensayos, aportando un punto de vista más o menos objetivo sobre tu candidatura (tercera piedra angular).

Para tener unas buenas cartas de recomendación es básico elegir bien a tus recomendadores. Deben ser personas que te conozcan bien, con quienes hayas trabajado y que puedan hablar de ti como profesional y de tu rendimiento en el trabajo, aportando ejemplos concretos y anécdotas.

La mayor parte de las escuelas exigen que las cartas de recomendación sean profesionales, esto es, de gente que se haya relacionado contigo a nivel laboral, en el entorno de trabajo, por lo tanto, no suelen admitir cartas de recomendación de tus profesores universitarios (salvo que hayas trabajado con ellos, debe haber un vínculo laboral). Tampoco son buenos recomendadores amigos o familiares, porque su punto de vista se presume subjetivo. No obstante lo anterior, hay excepciones, por ejemplo Stanford pide tres cartas de recomendación, dos profesionales y otra de un compañero de estudios o de trabajo, incluso admiten recomendaciones de compañeros de tus actividades extraescolares (equipo de fútbol, por ejemplo). Conclusión: mirad lo que piden en cada escuela antes de decidir quién queréis que os recomiende.

Lo más importante de la carta de recomendación es que la redacte una persona que os conozca bien. Tendemos a pensar que importa más el nombre del recomendador que la recomendación en sí misma, pero recordad que estamos hablado de escuelas de negocios TOP a nivel mundial, que reciben miles de solicitudes cada año, por lo tanto es difícil que el nombre de vuestro recomendador les sorprenda (he oído a responsables de admisiones decir que han recibido cartas de recomendación del mismo Obama y de George Bush). Así que mejor alguien que os conozca, os aseguro que ese amigo de vuestros padres de renombre no va a poder aportar ese “algo más” a vuestra recomendación si no os conoce. Ahora bien, siempre teniendo en cuenta esto, si podéis elegir a alguien que os conozca bien y que sea conocido a nivel internacional (o por ser alumni de la escuela en la que estáis presentando la solicitud), consideraos afortunados, estáis ante un buen recomendador.

Los que sois emprendedores y/o trabajáis en la empresa familiar, no os preocupéis. Sé que ahora mismo estáis pensando que no tenéis un supervisor o que vuestro supervisor es un familiar cercano que se presume poco objetivo, y que por lo tanto tenéis un problema, pero no os preocupéis. Las escuelas de negocios entienden vuestra situación. En vuestro caso, podéis elegir como recomendador a alguno de vuestros clientes con los que mantenéis una relación laboral más o menos estable. En cualquier caso, lo mejor es que escribáis a las oficinas de admisión o leáis los blogs de admisiones de las escuelas que os interesen, seguro que allí encontráis la forma de superar este pequeño “obstáculo”.

Para los demás, lo ideal es que al menos una de vuestras cartas de recomendación sea de vuestro supervisor actual. Y ahora algunos pensaréis: “pues mi jefe no tiene ni idea de mis planes de irme de la empresa y hacer un MBA, y tampoco quiero decírselo porque puede perjudicarme o incluso puede que me despidan, y más tal y como están las cosas ahora mismo”. Una vez más, no os preocupéis, las escuelas también entienden vuestra situación, y os van a dar la oportunidad de explicar por qué habéis elegido a vuestros recomendadores y por qué vuestro jefe actual no os recomienda.

Solicitudes: Los ensayos (II)

A la hora de redactar los ensayos, uno de los primeros obstáculos que encontraréis será el límite de palabras/texto. Para mí ha sido lo más complicado. Como ya sabéis quienes habéis ido leyendo mis posts en este blog, tengo cierta tendencia a enrollarme y escribir mucho, así que ajustarme a un límite de palabras ha sido todo un reto. Cuando redacté mis primeros ensayos de solicitud tenía muy claro lo que quería contar en cada ensayo, sin embargo, me tiré horas y horas delante del ordenador escribiendo y editando. La primera versión es normal que supere el límite de palabras, porque estás contando una historia, así que el truco está en partir de esa primera versión y luego ir revisando cada frase y cada párrafo y buscar una forma más corta de decir lo mismo, para ahorrar palabras. Las escuelas top son muy rigurosas con el límite de palabras, por lo que no es recomendable sobrepasar ese límite en mucho más de un 10%, esto es, si el límite del total son 1800 palabras, vuestros ensayos no deberían tener más de 2000.

Por otro lado, cuando te pones a escribir los ensayos, normalmente lees cada párrafo unas 50 veces, pensando y repensando cada palabra, cada frase, el enfoque, si las ideas que pretendías plasmar han quedado claras, etc., por lo que cuanto antes empecéis a redactar la primera versión de vuestros essays, mejor. Además, redactar los ensayos requerirá de un ejercicio de reflexión y organización de vuestras ideas. Debéis contemplar los ensayos como un todo (nada de ir respondiendo individualmente cada ensayo como si no tuvieran nada que ver los unos con los otros) de esta manera, decidiréis todo lo que queréis contar en vuestros ensayos, qué cualidades queréis resaltar, qué anécdotas queréis contar y cómo vais a responder a las preguntas, sin que se quede nada en el tintero. También podéis aprovechar todo lo que hayáis escrito en esa libreta que hace un par de post os recomendé que tuvierais a vuestro alcance en todo momento (que yo bauticé como MBA Brainstorming), porque plantarse delante del ordenador con la página en blanco y saber qué contar es básico (ya bastante te vas a entretener después pensando en cómo contarlo).

Desde la experiencia, os recomiendo que, después de escribirlos, se los paséis a alguien para que los lea y revise (a ser posible a más de una persona), se trata de que tengáis otro punto de vista y podáis mejorarlos, porque llega un momento en el que nosotros estamos tan metidos, le hemos dado tantas vueltas al documento, que no vemos los fallos, todo nos suena bien, y siempre hay margen de mejora. Todos queremos presentar el mejor ensayo posible, así que tenemos que ver nuestros ensayos con actitud crítica, y aceptar sugerencias y correcciones que nos hagan terceros. Creedme, os sorprenderá cuánto se puede mejorar vuestra primera redacción, esa que tanto trabajo os ha costado redactar y que para vosotros era ya perfecta.

En cuanto a quién os puede ayudar, ya he comentado que lo ideal es que os revise los ensayos alguien que sepa de qué va esto, un alumni, algún coach profesional, alguien que esté haciendo un MBA… hay muchas posibilidades. Podéis aprovechar mientras investigáis sobre las escuelas para ir preguntando a los alumni y estudiantes qué hicieron ellos; en algunos casos hasta se ofrecerán para ayudaros y revisaros los ensayos ellos mismos (su opinión es importante porque conocen bien la escuela y ya han pasado por todo el proceso de solicitud). Si no tenéis esta posibilidad, no os preocupéis, hay gente que se dedica profesionalmente al asesoramiento para la solicitud de MBA, es el caso de Club Ivy o MBASpain. De Club Ivy no tengo referencias, de MBASpain sí, por eso os la recomiendo encarecidamente. El año pasado prácticamente todos los que contrataron a Candy (es la persona behind MBASpain) fueron admitidos en una escuela top, yo creo que no hay mejor carta de presentación, ¿no?

lunes, 15 de noviembre de 2010

Solicitudes: Los ensayos (I)

Se podría decir que los ensayos son la parte más importante de tu solicitud de MBA. Ya has pasado por el TOEFL y el GMAT, has dedicado muchas horas a estos dos exámenes, especialmente al último de ellos, que probablemente te haya dado algún quebradero de cabeza, pero cuando te plantas delante del pc para escribir los ensayos es cuando empieza lo interesante de verdad.

Los essays o ensayos son redacciones en las que deberás describir tu trayectoria profesional, explicando por qué has elegido ese camino y a dónde quieres llegar. Además deberás explicar por qué quieres hacer un MBA, por qué quieres hacerlo en esa escuela y cuáles son tus planes de futuro, a corto plazo (post-MBA) y a largo plazo; y deberás hacerlo de forma coherente y dejando claro que el MBA es fundamental para lograr tus objetivos profesionales.

Las escuelas de negocios otorgan mucha importancia a los ensayos, porque los ensayos son el medio a través del cual empiezan a conocerte, a saber cuáles son tus inquietudes y si de verdad quieres hacer un MBA o sólo estás presentando la solicitud porque estás harto de tu trabajo o porque no tienes nada mejor que hacer.

Para ti, como solicitante de MBA, los essays son la herramienta que vas a utilizar para “vender” tu candidatura, para mostrar tu interés por el MBA y para que quede claro que la escuela en cuestión es la escuela de tus sueños (y que no estás presentando tu solicitud solamente porque es la primera en un determinado ranking). En ellos podrás explicar qué te ha guiado en tu carrera profesional y por qué elegiste cada uno de los puestos de trabajo que aparecen en tu curriculum, míralos como tu oportunidad para plasmar todas esas cosas que llevan rondando tu cabeza los últimos meses y para explicar las decisiones que has tomado desde que acabaste tus estudios universitarios.

Cada escuela plantea unas preguntas a las que deberás dar respuesta en los ensayos. Normalmente deberás redactar entre 3 y 4 ensayos, pero en algunos casos también incluyen otras preguntas a las que te piden que des una respuesta un poquito más corta (200 o 300 palabras). Hay preguntas a las que deberás contestar sí o sí, pero también puede darse el caso de que te permitan elegir una o dos redacciones entre tres o cuatro opciones. Hay escuelas que preguntan más por tu trayectoria profesional y por tus planes de futuro, mientras otras te plantean una pregunta muy general que nada tiene que ver con tus motivaciones MBA, para ver cómo piensas y cómo razonas. Como veis la casuística es muy variada, lo que dificulta el copy and paste de los ensayos de una escuela para los de otra, que por otra parte tampoco es que sea muy recomendable.

Mi consejo, empezad siempre desde cero a redactar, luego a lo mejor os viene bien copiar una parte, pero no recicléis ensayos completos de una solicitud para otra, se va a notar, porque aunque los enunciados parezcan iguales, siempre hay matices en el planteamiento de las preguntas que deberéis tener en cuenta. A ningún responsable de admisiones le hace gracia darse cuenta de que no os habéis molestado en escribir un ensayo para su solicitud, sino que simplemente habéis reutilizado uno que ya teníais hecho, no habla bien de vuestra candidatura y de vuestras ganas de estudiar en esa escuela.

PD: Saludos Sonia, Mª Carmen y Rosales, quienes este finde me aguantaron escribiendo para este blog en esas ocho horas de viaje, su paciencia es infinita, como lo es la de todos aquellos que nos acompañan en este camino, por lo que se merecen al menos una mención.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Solicitudes: Curriculum, transcripts y actividades extraescolares

La solicitud de admisión en un MBA tiene distintos apartados. Al rellenar el formulario (en una plataforma web, normalmente) vas a encontrar preguntas sobre tus datos personales, estudios, idiomas, experiencia laboral y actividades extraescolares; pero no sólo eso, sino que junto con el formulario de solicitud deberás adjuntar una serie de documentos: curriculum vitae y expedientes académicos.

Empecemos con el curriculum vitae. Por supuesto, deberás preparar una versión de tu curriculum en inglés que ocupe como máximo UNA PÁGINA. Esta es la regla más importante, porque los españoles tendemos a enrollarnos e incluir en el curriculum hasta el último seminario de dos días en el que hemos participado, mientras que en otros países son mucho más directos y pragmáticos. Para mí al principio fue difícil, mi curriculum ocupaba dos páginas enteras y supuso un gran esfuerzo eliminar cosas y adaptar mi curriculum, pero si lo pensáis detenidamente, muchas de las cosas que solemos incluir en los curriculums no son más que "paja", así que al final he logrado quedarme en una página, tanto en español como en inglés. 

Cuando miren vuestros curriculums, los responsables de admisiones van a buscar fundamentalmente una cosa: progresión en vuestra carrera profesional; por ello tendréis que incluir fechas los más exactas posibles, así como referencia a logros y ascensos. Debéis plasmar en este documento vuestro impacto en cada uno de los puestos que habéis ocupado, y para ello tendréis que emplear el lenguaje como herramienta principal, frases directas y concisas os serán de gran ayuda. Por ejemplo: "Managed project that led to 800.000€ in sales".

Si en vuestro curriculum tenéis huecos (tiempos en los que no habéis estado trabajando) no os preocupéis, casi todas las escuelas (por no decir todas), os van a ofrecer la posibilidad de explicarlos, eso sí, cuando los expliquéis, no vale decir "estuve buscando empleo", eso se presupone, algo más habréis hecho, ¿no? cursos, estudiar idiomas, colaborar con ONGs, etc., incluid todas esas cosas en las que habéis empleado vuestro tiempo. El desempleo es una situación no deseable, pero los responsables de admisiones entienden como algo normal el que en un curriculum aparezca algún hueco, así que si es vuestro caso no os agobiéis, pero tampoco os durmáis en los laureles!!

Algunos consejos sobre cómo redactar el curriculum para vuestras solicitudes de MBA:
- NO MENTIR (básico en el conjunto de vuestra solicitud)
- No hace falta incluir fecha de nacimiento, notas de GMAT o TOEFL, referencias, ni dónde estudiasteis el bachillerato.
- Huid de los párrafos, es mejor utilizar guiones o viñetas, para que la información quede más visible (los párrafos largos da pereza leerlos), que vuestro curriculum se pueda escanear con un vistazo.
- En cuanto al tipo de letra y tamaño, cualquier tipo, pero nunca por debajo de 10 puntos.
- Haced que alguien os lo revise, cuatro ojos ven más que dos y será más sencillo detectar errores (especialmente errores de traducción)
- Algunas palabras que es aconsejable utilizar: managed, designed, initiatied, developed, led, supervised, .

En resumen, vuestro CV tiene que ser claro y simple, y usad el lenguaje para enfatizar vuestros logros y progresos profesionales. Podréis encontrar modelos de CV en las webs de algunas escuelas, o en alguna de las páginas y foros que ya he citado aquí, concretamente en MBAPodcaster encontraréis artículos y modelos que os orientarán en esta cuestión.

Por otro lado, tenemos los transcripts, que no son más que vuestros expedientes académicos. Aquí se incluyen los de vuestra titulación universitaria, si habéis estado de Erasmus, los del Centro en el que hicisteis el intercambio, y los de cualquier otro posgrado o curso al que hayáis hecho referencia en vuestra solicitud. Estos expedientes tienen que estar traducidos al inglés, así que deberéis buscar un traductor jurado para ello. Pero como la traducción jurada representa un gasto bastante importante, yo os aconsejo que antes de nada vayáis a vuestra universidad y preguntéis si es posible que ellos os den una copia de vuestro expediente en inglés, cada vez más universidades lo hacen, y si os dan una certificación oficial en inglés, tendréis completado el requisito.

Finalmente, en cuanto a las actividades extraescolares, la solicitud os pedirá que describáis aquellas actividades en las que habéis participado durante la universidad y después de licenciaros, fechas, en qué consistía la actividad/organización con la que colaborasteis y vuestro papel. Las actividades extraescolares son una parte importante de vuestra solicitud, porque las escuelas de negocios no quieren cerebritos que saquen las mejores notas pero que se pasen la vida entre los libros. La vida social es una parte muy importante de vuestro MBA, porque la vida social es una parte importante tanto de la vida de cualquier persona como de los negocios, no vale con ser el cerebrito, hay que ser social y saber relacionarse con mucha gente. Así pues, a través de las actividades extraescolares las escuelas van a constatar que sabéis y podéis hacer algo más que estudiar y trabajar, por muy intensas e intensivas que sean las jornadas de trabajo y/o estudio.

Por otro lado, vuestras experiencias en estas actividades extraescolares también os pueden ser de utilidad en los ensayos, por lo que yo os recomiendo que os paréis a reflexionar un poquito sobre todo lo que habéis hecho en los últimos años (a parte de trabajar y estudiar) y empecéis a anotarlo en una libretita, cuando os plantéis delante del ordenador a escribir lo agradeceréis.