martes, 10 de agosto de 2010

Los exámenes (II): GMAT

Para los que nos planteamos hacer un MBA, el GMAT (o Graduate Management Admission Test) suele ser la parte más tediosa. Un examen de razonamiento verbal y matemático (por supuesto, en inglés) que podríamos describir como una especie de selectivad de los MBA. Su razón de ser es que los candidatos a hacer un MBA pueden proceder de cualquier parte del mundo, y haber estudiado casi en cualquier centro universitario del mundo, y para las escuelas de negocios es totalmente imposible saber si el nivel de exigencia de todos esos centros es comparable al suyo o si las notas del candidato han sido "infladas", por lo que no se pueden fiar totalmente de la nota media de tu carrera. Solución: todos el que quiera hacer un MBA tiene que pasar el mismo examen.

Este examen es un test estandarizado adaptativo que se hace por ordenador, en él un programa informático va eligiendo las preguntas de tu examen atendiendo a la dificultad de las preguntas que vas contestando correctamente, esto es, si vas contestando bien a preguntas difíciles, el programa te va poniendo más preguntas difíciles (y tu nota se mantiene alta), sin embargo, si te equivocas con las difíciles, el programa va seleccionando preguntas más sencillas (y tu nota baja), de manera que el software trata de averiguar el nivel de las preguntas que eres capaz de contestar bien y a partir de ahí calcula tu nota. Así pues, no hay dos exámenes de GMAT iguales. El GMAC, que son quienes organizan el examen, tiene un repertorio de preguntas casi infinito, y en cada examen introducen unas pocas preguntas nuevas que testan contigo (pero no puntuan) y que se añadiran a la base de datos para futuros exámenes.

Por otro lado, las notas se asignan conforme a una campana de Gauss (esto es, por percentiles) conformada por las notas de los que han hecho el GMAT en los últimos años. Para que te orientes con esto, te muestro las tablas que tiene colgadas el GMAC en su web (http://www.mba.com/) y en las que te muestran cómo andan los porcentajes más o menos ahora mismo:

 

Como ves, hay dos tablas, en una están los percentiles generales, esto es, la nota total, y en el otro te aparecen los percentiles por secciones (verbal y cuantitativa, V y Q en adelante). Si las miras con detenimiento, verás que es bastante difícil alcanzar una puntuación de 40 puntos en la parte verbal, mientras que idéntica puntuación en la parte cuantitativa es de normalita tirando a mala, así que ten en cuenta esta diferencia entre la puntuación de V y la de Q a la hora de estudiar y mientras estés haciendo ejercicios.

Además del GMAT propiamente dicho (esto es, Q y V), el examen consta de otra sección que se denomina AWA, en ella tendrás que escribir dos ensayos, en uno darás tu opinión sobre un asunto, argumentandola y dando tantas razones y ejemplos como puedas en 30 minutos; en el otro tendrás que analizar las debilidades de un argumento, y también tendrás 30 minutos para escribir todo lo que puedas al respecto. En esta sección es bastante sencillo sacar una nota decente, teniendo en cuenta que una nota decente es obtener 4 puntos sobre 6 posibles. Esta parte del examen suele ser utilizada por las escuelas para evaluar cómo escribes, especialmente en aquellos casos en los que tengan dudas sobre si tú has sido el autor de tus essays y/o tus cartas de recomendación (los primeros deberás redactarlos tú, las segundas no).

Hasta aquí la introducción general al examen. En el próximo post un poco más de información sobre cada una de las secciones, timing y recursos para preparar el examen.

domingo, 1 de agosto de 2010

El primer paso, los exámenes: TOELF

Para aquellos que empezáis a interesaos por esto del MBA deciros que el primer paso de este camino es superar los dos exámenes que exigen prácticamente todas las escuelas de negocios: el TOEFL y el GMAT.

El primero, TOEFL, es un examen de nivel de inglés, que se exige a todos aquellos que no hayan obtenido su licenciatura en un centro angloparlante. Muchas escuelas admiten cualquier otro examen nivel (Cambridge, PTE, IELTS), pero el TOEFL es el más generalmente aceptado, por eso se presenta como la mejor opción. Si tienes otro título o quieres hacer otro examen, lo mejor es que consultes directamente a la escuela de destino si admiten otro certificado, por ejemplo, me consta que la mayoría de las escuelas, además del TOEFL también aceptan los exámenes de Cambridge, pero dependiendo de la escuela, a unas les basta con Advance y otras exigen Proficiency.

Yo personalmente me incliné por el TOEFL, en su versión Internet (o iBT). En esta versión, la puntuación máxima son 120 puntos. Algunas escuelas exigen una puntuación mínima de 100 puntos, otras no. Las más elitistas, como Harvard, exigen 109 o 110. En aquellas que no tienen un mínimo definido, lo mejor es echar un vistazo a la nota media de los alumnos actuales para tener una referencia de cuánto necesitaríamos para entrar.

El TOEFL iBT es un examen que dura unas 4h, y cuenta con cuatro secciones: Reading, Listening, Speaking y Writing. Cada una de esas secciones puntúa de 0 a 30 puntos, así que para sacar una buena nota hay que destacar en todas y cada una de ellas. Ahora bien, las escuelas de negocios miran con especial detalle los resultados del Speaking y del Writing, porque las clases suelen ser participativas y porque, como dicen por ahí, no se sacan mejores notas por saber leer mejor, así que en la escuela necesitan saber que vas a ser capaz de expresarte en inglés y participar en clase. En conclusión, (aviso para navegantes) a un MBA no se va a aprender inglés, a estos sitios hay que llegar ya con el inglés aprendido de casa.

Yo me preparé este examen en Madrid, y la verdad es que estoy bastante contenta con la academia en la di clases. Aquellos que lleváis hablando inglés desde la cuna, como quien dice, no necesitaréis ayuda extra, pero los que no, como era mi caso, podéis preguntarme y estaré encantada de ayudaros.

Del TOEFL creo que esto es todo, mi próxima entrada, el GMAT, y eso ya son palabras mayores.