lunes, 9 de mayo de 2011

El duro proceso de solicitud

Hoy toca un post un poco distinto a lo que estáis acostumbrados. Algunos de vosotros ya me conocéis personalmente y sabéis que soy una persona optimista y que normalmente os animo a poneros manos a la obra y prepararos para solicitar el MBA, hablandoos de mi caso como ejemplo de que es posible conseguir la admisión en un programa top-MBA, y me reafirmo en ello. No obstante, como también soy muy sincera, para que nadie se llame a engaño quisiera hoy hablaros un poquito de las dificultades que he ido encontrando a lo largo de este camino, en el que ha habido tanto alegrías como sinsabores.

Los que estéis pensando en hacer un MBA debéis estar preparados para todo: para estudiar como hacía años que no lo hacíais; para no sacar en el GMAT o en el TOEFL las notas que queríais (o una nota que estiméis aceptable) y tener que repetir el examen; para ser rechazado en la escuela de vuestros sueños; para que varias de vuestras solicitudes sean rechazadas o incluso para que todas sean rechazas.

Además, desde ya debéis ser conscientes de que la preparación para el MBA os va a ocupar prácticamente todo vuestro tiempo libre durante los próximos meses, vuestra familia y amigos no van a acabar de entender tanta dedicación (salvo que estén o hayan pasado por algo parecido) y va a ser duro dedicar tantas horas al estudio cuando a vuestro alrededor todo el mundo sigue con su vida y disfruta durmiendo 8 horas diarias, algo que para vosotros se va a convertir en un lujo, al menos durante algunos meses.

Cuando yo empecé a preparar el TOEFL, me pasaba prácticamente todo el día estudiando: en el metro repasaba phrasal verbs y vocabulario, por la calle escuchaba podcasts de conferencias, en casa me pasaba las tardes y parte de las noches leyendo documentos en inglés, haciendo ejercicios y escribiendo redacciones. Y cuando paraba (generalmente el rato de la comida o antes de dormir) me entretenía viendo películas o series de televisión en inglés.

Con el GMAT, más de lo mismo, me hice con unas tarjetas de estudio hechas por BeatTheGMAT con las que repasaba en el metro, pero en este caso las sesiones de estudio eran más intensas (estudiaba de cinco a seis horas diarias) y para colmo justamente cuando estaba a tope con el GMAT la meteorología se cebó conmigo y se sucedieron una ola de calor tras otra (y en casa no tengo aire acondicionado), así que os podéis imaginar que no era fácil sentarse a estudiar después de haber dormido poco y mal (toda la noche dando vueltas por el bochorno) y sudando la gota gorda. Al final, después de dos meses de estudio sin descanso, hacer el GMAT y superar esa fase fue toda una liberación para mí.

Pero esto no acabó ahí, después vinieron las solicitudes. Me hice un calendario compaginando los deadlines de las escuelas que me interesaban y repartiendo las solicitudes entre primera y segunda ronda, para tener al menos una semana entre un deadline y otro. Al final, gracias a ese planing pude dedicar a cada solicitud su tiempo, pero eso implicó que me pasé otros tres meses trabajando a pleno cada minuto libre, sacrificando horas de sueño y fines de semana.

Y cuando estás en mitad de este proceso, acostandote a las mil y durmiendo 5 horas (con suerte) por darle una vueltecilla más a ese essay que no te acaba de gustar o repasando los cambios que te ha sugerido alguien a quien pediste que leyera tus ensayos, entonces empiezas a recibir respuestas de las escuelas de negocios (o a no recibir invitaciones a entrevista, que es más o menos lo mismo). Y si las respuestas son buenas, great, te da un subidón y, salvo que te guste más otra escuela, dejas el proceso de solicitud ahí y eres el más feliz del mundo; pero si recibes un rechazo, la cosa cambia.

El primer rechazo lo asumes con dignidad y entereza, "no me iban a admitir en todas" te dices a tí mismo, y confías en tus posibilidades con el resto de solicitudes y sigues trabajando en las que te queden (en su caso). Lo malo llega cuando recibes un segundo ding, ahí ya empiezas a preocuparte seriamente y te asaltan toda clase de dudas e incertidumbres. Recuperas los documentos que enviaste, repasas los essays, vuelves a hablar con tus recomendadores, para saber si en tus recomendaciones se coló algo que no correspondía... cualquier cosa. Si estás en plazo, te planteas seguir currando y prensentar un par de solicitudes más, por si acaso, si no estás en plazo, empiezas a pensar en los waitlist (por si acaso, de nuevo) e investigas si puedes enviar más documentación o información a la escuela que le dé un empujón definitivo a tu solicitud: tal vez visitar la escuela, hablar con estudiantes y alumni, "ellos seguro que me pueden aconsejar..." piensas.

Al final, cuando consigues la admisión en una de las escuelas que te gustan, la armonía y la tranquilidad se instalan en tu vida, dejas atrás nervios y ansiedades, duermes y descansas las horas recomendadas y recuperas tu vida social (aunque eso también implique dormir poco ;) ).

En definitiva, lo que quiero dejar claro con este post es que este proceso es complicado, que requiere gran dedicación de tiempo y todo vuestro esfuerzo y que puede ser que ni todo eso sea suficiente. Informaos bien, asesoraos, preparaos para trabajar y para sufrir, para caer y para levantaros; pero después de todo, cuando conseguís la admisión, os aseguró que absolutamente todo habrá valido la pena.

Al final, este proceso de solicitud no es más que un sistema de selección más, cuya finalidad es que lleguen al MBA aquellos que realmente están interesados en hacer el programa (disuadiendo por el camino a los que han pensado en hacer el máster "porque no tienen nada mejor que hacer") y cuyo perfil les permitirá aportar conocimientos y experiencias a la clase, así que si estáis firmemente decididos y creéis que tenéis algo que aportar, no dejéis de intentarlo, porque cuanto más duro es el camino, mayor la recompensa por recorrerlo.

sábado, 7 de mayo de 2011

Interviews

Y después del esfuerzo y algún mes de espera, por fin recibes un mail o una llamada de una de esas escuelas de negocios en las que presentaste tu solicitud, invitándote a entrevista. En ese momento sientes un subidón increíble, porque tanto esfuerzo empieza a ser recompensado; tu solicitud ha gustado lo suficiente para darte la oportunidad de acabar de defender tu candidatura en persona. Ahí está tu oportunidad para acabar de rematar la faena.

Pero tras ese subidón inicial, llega un momento en el que te paras a pensarlo con detenimiento y dices, "¿y ahora qué? He estado meses leyendo todo artículo que ha caído en tus manos sobre essays, cartas de recomendación, estudiando para el GMAT... pero lo de las entrevistas había quedado un poco en segundo plano..." Hasta ahora tu tiempo era demasiado escaso para pensar en una entrevista que todavía no tenía fecha, pero ahora la tienes ahí, y quieres hacer la mejor entrevista del mundo y conseguir ese pasaporte directo al MBA.

Por suerte, una vez más la red nos ofrece unos pocos muy buenos recursos para afrontar esa entrevista totalmente preparado/a. Nuestros amigos de ClearAdmit llevan varios años recopilando las experiencias de entrevistas de miles de solicitantes de MBA (buscad su wiki de admisiones en Google) y Accepted.com ha hecho algo parecido. La parte más valiosa, en mi opinión, es aquella en la que los entrevistados describen las preguntas que les han hecho los entrevistadores.

Para mí estas webs fueron una referencia fundamental, porque parte de mi preparación para las entrevistas fue repasar esas preguntas que otros candidatos habían contestado, elaborar un listado con ellas y pensar una posible respuesta para cada una; luego tuve la suerte de que prácticamente todas las preguntas que me hicieron durante las entrevistas estaban entre las que había en mi listado y que otros candidatos habían respondido en años anteriores, así que las tenía preparadas. Además, una vez mis entrevistadores comprobaban que tenía la entrevista totalmente preparada, se relajaban y la conversación se volvía un poco más informal y más distendida, lo cual creo que me favoreció mucho y ayudó a que el resultado de las entrevistas fuera satisfactorio.

Pero además de las fuentes de información expuestas, aquellos que estéis comenzando ahora vuestra preparación contáis con un nuevo recurso en español. En el foro de Club-MBA hay un tema abierto en el que varios de sus usuarios han contado sus experiencias en las entrevistas de admisión, y que complementa a las fuentes de información anteriores:

http://www.club-mba.com/foro/viewtopic.php?f=4&t=53

Por otro lado, tened en cuenta que la preparación para la entrevista debería ser diferente dependiendo de quién sea el entrevistador. De esta manera, si os va a entrevistar un estudiante o alumni, podéis re-utilizar en las respuestas parte del contenido de los essays, porque las entrevistas de alumni suelen ser "blind" (no han leido vuestro expediente ni vuestros essays y no tienen ninguna referencia sobre vuestra solicitud, sólo una copia de vuestro curriculum vitae). Sin embargo, si os va a entrevistar un miembro de la oficina de admisiones, intentad buscar historias y ejemplos diferentes, porque esa persona ya ha leído vuestro todos vuestros ensayos, y querrá que durante la entrevista le contéis algo más, algo diferente de lo que ya sabe.

Antes he comentado que parte de mi preparación de las entrevistas fue consultar las webs de ClearAdmit y Accepted.com; pero además de eso, hubo otra parte de preparación mental. Conforme a mi experiencia, lo mejor es llegar a estas entrevistas mostrando autoconfianza y seguridad en uno mismo, en tus posibilidades y en tu "historia", esa que has explicado al detalle en los essays. Es importante mantener la calma y no dejarse dominar por los nervios (recordad que si estáis haciendo la entrevista es porque vuestra solicitud ha gustado y la escuela cree que sois firmes candidatos a la admisión). En esta fase, la oficina de admisiones necesita saber que sois personas capaces de desenvolveros y que tenéis habilidades sociales suficientes como para agradar a un completo desconocido en apenas una hora de charla, ya sea este un entrevistador de la escuela, un entrevistador para un futuro empleo o un inversor al que intentáis convencer para que os preste dinero.

martes, 22 de marzo de 2011

Pedir una beca (II): El proyecto de estudios

En el post anterior hablé sobre los pasos para pedir una beca, con especial referencia al proyecto de estudios, sin embargo, a raíz de una pregunta que he recibido por mail he visto que la parte del proyecto de estudios podría completarse un poco, así que he decidido hacer otro post para completar el anterior.

La persona que me envió esa pregunta por mail me dijo que en su caso le pedían una carta de motivación y un proyecto de estudios, así que voy a explicar un poco qué es lo que creo que debería incluirse en cada uno de esos documentos.

No tengo mucha idea de qué es exactamente la carta de motivación (porque a mí no me la pidieron), pero por lo que me contó esta persona me da la sensación que la carta de motivación sería un resumen del proyecto de estudios, esto es, una breve carta en la que explicar por qué hacer ese máster ahora y cuáles son tus planes de futuro (dejando claro que para lograrlo es imprescindible el máster), explicando también por qué quieres que te paguen los estudios, esto es, qué esperas aportar a la sociedad con estos estudios y por qué es bueno para la sociedad que tu hagas ese máster, por ejemplo (y no tengo ni idea de ingeniería, así que si digo una barbaridad, disculpadme por favor) porque es un máster en estructuras que me va a ayudar a comprender cómo hacer edificios anti-terremoto.

El proyecto de estudios debería ser una versión ampliada de esa carta de motivación, esto es, en el fondo vas a decir lo mismo, pero yo además me detendría a explicar con detalle mi trayectoria profesional hasta el momento, resaltando aquellos aspectos más relacionados con el máster, de manera que quede claro que necesito hacer esos estudios para proseguir con mi carrera, que no es algo que se me ha ocurrido de pronto porque esté quemado/a en mi trabajo (aunque sea así) sino que en mi carrera profesional hay un camino marcado en el que el siguiente paso necesario es ese máster.

Después analizaría el contenido del programa y su duración con un enfoque claro en el provecho que quiero sacar de ese programa, describiendo asignaturas y otras actividades de formación complementarias (como proyectos de estudios o prácticas). Y también haría referencia a la escuela/universidad, explicando por qué creo que esa escuela (y no otra) es la más adecuada para lograr mis objetivos.

Por último, entraría en más detalle en mis planes de futuro, en mi caso, cuando pedí la beca mi proyecto era montar una empresa, así que en todo momento iba haciendo referencia a por qué ese programa era necesario para mí, las skills y los conocimientos que necesitaba complementar para ser empresaria y que iba a adquirir en el MBA. También hice referencia a que en la escuela me enseñarían a conseguir financiación para mi negocio, me explicarían cómo me tendría que dirigir a los fondos de inversión y business angels y dónde encontrarlos, y a que iba a tejer una red de contactos internacional vital para el desarrollo de mi negocio.

Y esto es todo, no obstante, si tenéis alguna otra duda o pregunta, pasad por el foro ClubMBA y abrís un tema. Estaré encantada de responder a vuestras preguntas y además otros usuarios que tienen un gran conocimiento de todo esto del MBA y las becas también os ayudarán y os darán su punto de vista (mucho mejor que el mío, por cierto).

lunes, 7 de marzo de 2011

Financiar el MBA (II): Pedir una beca

En el post anterior hablé de las diversas posibilidades a la hora de financiar un MBA. Sin duda, la mejor opción es conseguir una beca que nos finance todo o parte del coste del máster. Ahora bien, conseguir una de estas becas no es tarea sencilla, porque se conceden relativamente pocas becas (dado el número de solicitantes) y porque preparar la solicitud de beca os va a ocupar buena parte de vuestro ya de por sí escaso tiempo libre.

El proceso de solicitud de beca es bastante semejante al proceso de solicitud de MBA y por lo tanto exige planificación y dedicación. Normalmente las solicitudes de beca constan de un proyecto de estudios que deberá ir acompañado de copia de vuestro curriculum vitae y vuestro expediente académico y, cómo no, también necesitaréis cartas de recomendación, pero vayamos paso a paso:

1. Proyecto de estudios: Un proyecto de estudios bien trabajado es una base fundamental para conseguir una beca. Igual que a la hora de hacer los ensayos tuvísteis que pararos a pensar y reflexionar sobre vuestra "historia", a la hora de pedir la beca debéis elaborar un proyecto de estudios, que básicamente consiste en explicar por qué queréis hacer un MBA y por qué la institución/fundación correspondiente debería pagaros el MBA.

Este es uno de los pilares básicos de la solicitud de beca, y es el soporte que deberéis utilizar para "vender" vuestra candidatura, aprovechad para explicar la razón de ser de cada uno de los pasos que habéis dado hasta este momento, qué os impulsa, por qué vais a emplear dos años de vuestra vida en esto y, lo más importante, qué quéreis hacer después del MBA. En este sentido, haced incapié en qué esperáis aportar a la sociedad, en el valor añadido, en vuestra implicación más allá de vuestras metas individuales de progreso y prosperidad. Un consejillo: podéis repasar la página web de la institución/fundación que concede la beca y echar un vistazo a cuáles son sus fines, por qué se van a gastar una pasta en vuestros estudios, por qué apuestan por "invertir" en la formación de jóvenes adultos, así os podréis hacer una idea de cómo enfocar el proyecto de estudios (más allá de contar vuestra "historia") y en qué aspectos de vuestra candidatura hacer incapié.

Vuestro proyecto de estudios tiene que ser sólido y estar bien fundamentado, dad razones, mostrad interés, incluid referencias a vuestras cualidades y capacidades y cómo habéis llegado hasta dónde estáis; qué capacidades/conocimientos queréis desarrollar con el MBA, por qué habéis elegido la escuela en cuestión, por qué un MBA de un año o de dos... En definitiva, el proyecto es vuestra oportunidad para luciros y demostrar vuestro genuino interés por hacer el MBA y sacar el máximo provecho posible, y donde debéis dar todas las razones que se os ocurran para justificar que os merecéis que alguien invierta tal cantidad de dinero en vuestra formación.

2. Cartas de recomendación: Para vuestra tranquilidad, las recomendaciones para las becas son un poquito más sencillas que las recomendaciones para el MBA, porque a la mayor parte de las instituciones/fundaciones les basta una carta de recomendación redactada por el recomendador, esto es, al contrario que las escuelas de negocio, para pedir una beca los recomendadores no tienen que acceder a una aplicación web en la que responder a una serie de preguntas, sino que el recomendador es libre de escribir cuanto y como estime oportuno, en un documento con formato carta dirigida a la institución/fundación que concede la beca.

En cuanto a los recomendadores, yo opté por enviar cartas de recomendación que refrendaran mi aptitud en tres ámbitos: laboral, académico y social. Así pues, envié una carta de recomendación de mi jefe, otra de un profesor de la facultad que me conoce muy bien y otra de un amigo que fue compañero de clase en la facultad y compañero de trabajo en mi primer empleo. Ahora bien, mirad con atención los requisitos de cada una de las becas, porque cabe la posibilidad de que sólo admitan dos cartas de recomendación, o que exijan que las cartas sean estrictamente profesionales.

Finalmente, en cuanto al contenido de las cartas de recomendación, me remito a lo que ya conté anteriormente, lo más importante es que el recomendador os conozca bien (que incluya ejemplos que refuercen sus afirmaciones y alguna anécdota, a ser posible) y, por supuesto, que resalte todas vuestras virtudes. All in all, la carta debe trasmitir que el recomendador os conoce y apuesta firmemente por vuestra candidatura.

3. Otra información: a parte de lo ya comentado, en la solicitud de beca deberéis incluir una copia de vuestro curriculum vitae en español, que es importante que ocupe una página.  Yo presenté una traducción del curriculum que había preparado para las solicitudes, porque era un curriculum conciso y concreto, pero a la vez exponía con total claridad todos mis logros y mi evolución profesional. En el aspecto académico, deberéis incluir copia de vuestros títulos universitarios, de vuestros expedientes académicos, y las notas de TOEFL y GMAT. Además, deberéis hacer una descripción de las actividades extraescolares en las que habéis/estáis involucrados, y rellenar un formulario de solicitud.

Finalmente, debéis indicar cuáles son las escuelas en las que habéis presentado vuestra solicitud o en las que estáis aceptados, con una breve descripción del programa, sus fechas de inicio y fin, en qué fase del proceso de admisión os encontráis, datos de contacto de los responsables de admisiones, coste del programa, etc. Esta labor no es complicada, pero sí tediosa, especialmente si habéis aplicado a varias escuelas y estáis esperando admisión (en este caso debéis pedir la beca para todas las escuelas, y se os adjudicará la beca condicionada al logro de la admisión en alguna de ellas). Si estáis admitidos y sólo vais a solicitar la beca para esa escuela, la cosa se simplifica mucho.

Y en esencia esto es una solicitud de beca, muy semejante a la solicitud de MBA. Como ya os he comentado, creo que lo esencial es el proyecto de estudios y la elección de los recomendadores, a partir de ahí, sólo hace falta un poquito de suerte...

ClubMBA

Hola a todos,

en primer lugar, disculpad que las últimas semanas haya tenido el blog un poco "abandonado". La segunda ronda de presentación de solicitudes fue bastante absorbente y después el trabajo me ha tenido casi más ocupada de las solicitudes.

El motivo de este post es presentaros un nuevo foro para todos aquellos que estéis interesados en hacer un MBA, ClubMBA:

http://www.club-mba.com/foro/

En este foro, creado por españoles admitidos en MBAs de escuelas top, tendréis acceso a un montón de información sobre escuelas, admisiones, entrevistas, becas, exámenes, etc. Además, tendréis la oportunidad de plantear cuantas preguntas se os pasen por la cabeza.

Yo participo en el foro y contesto preguntas, pero también podréis leer las valiosas aportaciones y opiniones de otros españoles admitidos, así que os recomiendo daros un paseo tanto por la web como por el foro, porque creo que os será de gran provecho.

Saludos y suerte con las solicitudes!!

PD: Hoy mismo tendréis más actualizaciones.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿Y esto cómo lo pago?: Financiar el MBA (I)

Ya he comentado en alguna ocasión que hacer un MBA supone una gran inversión de esfuerzo, tiempo y dinero. Centrémonos hoy en esto último. Si ya has empezado a investigar un poco sobre los MBA te habrá llamado la atención el "pequeño" detalle del coste que tienen estos programas. Partiendo de la matrícula e incluyendo libros, alojamiento, manutención y otros extras, un MBA de dos años de duración puede suponer 100.000 dólares, cantidad a la que habría que añadir el coste de oportunidad de hacer el máster, esto es, ese dinero que vas a dejar de ingresar por estar dos años sin trabajar. Como ves, es una cantidad importante que no todo el mundo se puede permitir.

Pero no sólo vas a gastar dinero una vez comiences el máster, sino que desde el momento en que te lo planteas seriamente vas a empezar a gastar tus ahorros en esto. Sólo hacer los exámenes (TOEFL y GMAT) ya son casi 500 euros, sin sumar coste de libros y materiales, y eso si no tienes que repetir ninguno ni te apuntas a una academia para prepararlos, porque en ese caso ya estás multiplicando las cantidades. Además hay que añadir el coste de certificaciones y traducciones juradas.

A parte de eso, cada solicitud que presentes te costará entre 150 y 250 dólares, dependiendo de la escuela, salvo que la fortuna te sonría con un "fee waiver", esto es, que por alguna razón la escuela te exima de pagar por presentar tu solicitud, así que es importante que revises si puedes obtener este beneficio o no. Normalmente obtienen "fee waiver" aquellos que visitan el campus, antes de presentar la solicitud o en unas fechas determinadas, y los miembros de algunas organizaciones asociadas a la escuela en cuestión. Por ejemplo, en Duke-Fuqua puedes obtener fee waiver si eres miembro de Forté Foundation (una asociación que trabaja por la integración de las mujeres en el más alto nivel empresarial). Si no tienes fee waiver, aplicar sólo a tres escuelas te puede costar como poco 500 dólares.

En poco rato, antes de saber siquiera si puedes hacer el MBA en la escuela de tus sueños, la broma ya te está costando 1000 euros, como poco. Con esto no quiero desanimar a nadie, pero tampoco puedes ir engañado, esta es otra razón para no hacer un MBA porque sí o porque no tienes nada mejor que hacer.

Una vez dicho dicho todo esto, tengo que añadir que igual que el MBA supone una gran inversión, también existen múltiples ayudas financieras para suavizar el golpe de este gasto en tu cuenta corriente, y es que se dice que si eres un buen candidato para una escuela de negocios, desde la propia escuela se van a asegurar de que no dejes de hacer el MBA por razones económicas. Así, puedes encontrar desde préstamos con un tipo de interés bajo hasta becas que cubren los gastos de matrícula.

Normalmente cada escuela tiene sus programas de ayuda financiera, con becas que cubren el total o una parte de los gastos de matrícula, y préstamos a un tipo de interés bajo que se empiezan a pagar tras la graduación. Además, hay otras instituciones que ofrecen una ayuda económica a determinados estudiantes MBA, como Forté Foundation o TopMBA. Adicionalmente, tened en cuenta también que aquellos que optéis por un programa de dos años de duración, realizaréis prácticas en el verano entre el primer y el segundo curso, y las prácticas de un MBA en EEUU no se pagan como en España; allí puedes cobrar 6000 dólares al mes, sin duda una ayuda más.

Finalmente, los españoles hemos de sentirnos afortunados, porque hay múltiples organizaciones dispuestas a pagar tanto la matrícula como los gastos de estancia en el extranjero durante el máster a aquellos que demuestren ser buenos candidatos y tener un buen proyecto de estudios. Para que empecéis a investigar, os dejo un listado de las principales becas sobre las que yo he tenido noticia:

- La Caixa
- Caja Madrid
- Fundación Rafael del Pino
- Fundación Ramón Areces
- Fundación Eduarda Justo
- Talentia
- Fullbright
- Caixa Galicia
- Fundación Pedro Barrié de la Maza

Todas estas becas son una gran ayuda, porque financian prácticamente la totalidad del máster (como poco, pagan los gastos más importantes), ahora bien, tened en cuenta que hay ciertos gastos que no cubren las becas, como los viajes de estudios o los libros, algo que, por otra parte, es completamente lógico (ya bastante ayuda están proporcionando, no esperéis ir a gastos 100% pagados). Además, dependiendo del destino, es posible que la asignación mensual se quede un poco corta, porque el precio de los alquileres sea muy alto por ejemplo, así que, aunque tengáis beca, siempre es bueno tener unos ahorros a los que podáis acudir.

No obstante lo anterior, si finalmente tenéis que recurrir a un préstamo para pagar todo o parte del máster, tampoco debe suponer un trauma, porque las tasas de retorno de los top MBA son muy altas, esto es, con los sueldos que se suelen ganar tras el MBA podréis pagar las mensualidades del préstamo en cuestión sin mayores problemas.

martes, 23 de noviembre de 2010

Solicitudes: Cartas de recomendacion (II)

Una vez que tenéis unas guías básicas para elegir bien a quienes os van a recomendar, os voy a explicar por qué es tan importante que las personas que elijáis os conozcan bien. Por lo general, las escuelas de negocios TOP no quieren una carta de presentación al uso, sino que la recomendación es algo bastante parecido a vuestros essays, y requiere cierta elaboración. Vosotros deberéis indicar el nombre y los datos de contacto de la persona en cuestión, y la escuela les enviará un mail con un link a una página web, a la que accederán con un nombre de usuario y contraseña que se les indica en el mail. En esa página web deberán indicar sus datos de contacto y de qué y desde cuando te conocen. Después es probable que evalúen vuestras capacidades, indicando, por ejemplo, si sois buenos comunicadores o excelentes comunicadores.

A parte de esto, vuestro recomendador tendrá que responder a una serie de preguntas sobre cómo sois (desde un punto de vista personal y profesional), cómo ha sido vuestra trayectoria profesional, si tenéis madera de líder, cómo trabajáis en equipo, algún defecto vuestro o algún aspecto en el que crea que debéis mejorar, si habéis hecho algo para mejorar, etc. Cómo veis las preguntas son bastante concretas y os aseguro que resulta difícil contestarlas si no os conocen bien, y preparar la respuesta (por supuesto en inglés) requiere tiempo y reflexión.

Aviso para navegantes: totalmente prohibido escribir vuestras propias recomendaciones. En serio, tomad esta advertencia al pie de la letra. Los candidatos españoles nos encontramos con un problema, porque aquí hay muy poca cultura de recomendación, de manera que salvo que trabajéis para una multinacional o estéis pidiendo la recomendación a alguien que ya haya hecho un MBA, lo más normal es que cuando pedís la recomendación os digan aquello de: “bueno, tú escribe lo que tú creas conveniente y yo lo firmo”; pero no podéis hacerlo, eso no es lo que las escuelas quieren, no es la finalidad de la carta de recomendación, por lo que controlan las recomendaciones con sumo cuidado, estudian los estilos de redacción (recordaros que las escuelas tienen vuestros essays y vuestras redacciones de la parte AWA del GMAT para comparar), y si la escribís vosotros, os van a pillar casi seguro.

Cuando un recomendador os diga que escribáis vosotros la recomendación, tenéis dos opciones, explicarle que es necesario que ellos la escriban, ofreciéndoos a hacer lo más liviana posible su tarea, o elegir a otra persona. Por cierto, hablando del momento en que pedís la recomendación, se me ha olvidado deciros que es importante que cuando habléis con vuestro posible recomendador, le ofrezcáis la posibilidad de decir que no.

Bueno, volviendo a ese mal momento en el que os sueltan la dichosa frasecita (o alguna semejante), os he dicho que tenéis dos opciones, cambiar de recomendador o explicarle por qué es importante que sea él/ella quien escriba la recomendación. Os recomiendo que al menos intentéis lo segundo, porque otro papel que tienen las cartas de recomendación es mostrar que tenéis capacidad para implicar gente en vuestro proyecto y convencer a alguien de que os ayude y os dedique una parte de su tiempo; cualidades muy valoradas por una escuela de negocios.

Antes he hablado de ayudar a vuestros recomendadores para aligerar su tarea, para ello podéis redactar un resumen/esquema de lo que habéis escrito en vuestros essays, de manera que ellos se hagan una idea de qué clase de cosas deberían incluirse en la carta de recomendación; también podéis ayudarles a refrescar su memoria haciendo una lista de aquellos proyectos en los que trabajásteis juntos y de cuál fue vuestra aportación a los mismos. En general, la idea es que elaboréis unos “guidelines” a partir de los cuales ellos redacten la respuesta a las preguntas que les plantee cada escuela. Como mucho podéis ofreceros para ayudarles a cumplimentar los formularios de recomendación y para subir las recomendaciones caso de que no se lleven muy bien con las nuevas tecnologías, pero no debéis tocar ni una palabra de lo que ellos hayan escrito. Para los que no escriban en inglés (no es lo ideal, pero sabemos que pasa), podéis pedirles que escriban la recomendación en español y buscar vosotros a un traductor que se encargue de la traducción del documento (ni se os ocurra traducirlo vosotros, porque estamos en las mismas, las escuelas sabrán que vosotros habéis redactado la versión que finalmente se ha subido a la plataforma, y aunque sólo hayáis traducido el documento, será difícil probar que vosotros no habéis escrito vuestra recomendación).

Finalmente, redactar recomendaciones para MBA requiere tiempo, especialmente teniendo en cuenta que vais a presentar vuestra solicitud en varias escuelas, así que debéis ser muy cuidadosos a la hora de elegir a vuestro recomendador, debe ser una persona dispuesta a implicarse y a dedicaros parte de su tiempo libre durante algunas semanas. Y por supuesto, yo os recomiendo que, una vez hayáis acabado con las solicitudes, tengáis un detalle de agradecimiento con estas personas (en EE.UU. te recomiendan que envíes una nota de agradecimiento), porque su colaboración habrá sido fundamental para vuestra admisión, pero bueno, esto último es sólo un consejillo personal, cada cual que actúe como crea oportuno.

Solicitudes: Cartas de recomendacion (I)

Ya hemos hablado de los exámenes, del curriculum vitae, los transcripts, las actividades extraescolares y los essays. Ahora es el turno de las cartas de recomendación, que junto con los essays y el GMAT, es otra de las piedras angulares de tu solicitud de MBA.

Recapitulando, con el GMAT y los transcripts, las escuelas evalúan tu capacidad intelectual y tu rendimiento académico (primera piedra angular); con los essays van un poco más allá para conocer tus motivaciones, tus planes de futuro y tus cualidades personales (segunda piedra angular). Finalmente, las cartas de recomendación respaldan todo lo que has contado sobre ti mismo/a en tus ensayos, aportando un punto de vista más o menos objetivo sobre tu candidatura (tercera piedra angular).

Para tener unas buenas cartas de recomendación es básico elegir bien a tus recomendadores. Deben ser personas que te conozcan bien, con quienes hayas trabajado y que puedan hablar de ti como profesional y de tu rendimiento en el trabajo, aportando ejemplos concretos y anécdotas.

La mayor parte de las escuelas exigen que las cartas de recomendación sean profesionales, esto es, de gente que se haya relacionado contigo a nivel laboral, en el entorno de trabajo, por lo tanto, no suelen admitir cartas de recomendación de tus profesores universitarios (salvo que hayas trabajado con ellos, debe haber un vínculo laboral). Tampoco son buenos recomendadores amigos o familiares, porque su punto de vista se presume subjetivo. No obstante lo anterior, hay excepciones, por ejemplo Stanford pide tres cartas de recomendación, dos profesionales y otra de un compañero de estudios o de trabajo, incluso admiten recomendaciones de compañeros de tus actividades extraescolares (equipo de fútbol, por ejemplo). Conclusión: mirad lo que piden en cada escuela antes de decidir quién queréis que os recomiende.

Lo más importante de la carta de recomendación es que la redacte una persona que os conozca bien. Tendemos a pensar que importa más el nombre del recomendador que la recomendación en sí misma, pero recordad que estamos hablado de escuelas de negocios TOP a nivel mundial, que reciben miles de solicitudes cada año, por lo tanto es difícil que el nombre de vuestro recomendador les sorprenda (he oído a responsables de admisiones decir que han recibido cartas de recomendación del mismo Obama y de George Bush). Así que mejor alguien que os conozca, os aseguro que ese amigo de vuestros padres de renombre no va a poder aportar ese “algo más” a vuestra recomendación si no os conoce. Ahora bien, siempre teniendo en cuenta esto, si podéis elegir a alguien que os conozca bien y que sea conocido a nivel internacional (o por ser alumni de la escuela en la que estáis presentando la solicitud), consideraos afortunados, estáis ante un buen recomendador.

Los que sois emprendedores y/o trabajáis en la empresa familiar, no os preocupéis. Sé que ahora mismo estáis pensando que no tenéis un supervisor o que vuestro supervisor es un familiar cercano que se presume poco objetivo, y que por lo tanto tenéis un problema, pero no os preocupéis. Las escuelas de negocios entienden vuestra situación. En vuestro caso, podéis elegir como recomendador a alguno de vuestros clientes con los que mantenéis una relación laboral más o menos estable. En cualquier caso, lo mejor es que escribáis a las oficinas de admisión o leáis los blogs de admisiones de las escuelas que os interesen, seguro que allí encontráis la forma de superar este pequeño “obstáculo”.

Para los demás, lo ideal es que al menos una de vuestras cartas de recomendación sea de vuestro supervisor actual. Y ahora algunos pensaréis: “pues mi jefe no tiene ni idea de mis planes de irme de la empresa y hacer un MBA, y tampoco quiero decírselo porque puede perjudicarme o incluso puede que me despidan, y más tal y como están las cosas ahora mismo”. Una vez más, no os preocupéis, las escuelas también entienden vuestra situación, y os van a dar la oportunidad de explicar por qué habéis elegido a vuestros recomendadores y por qué vuestro jefe actual no os recomienda.

Solicitudes: Los ensayos (II)

A la hora de redactar los ensayos, uno de los primeros obstáculos que encontraréis será el límite de palabras/texto. Para mí ha sido lo más complicado. Como ya sabéis quienes habéis ido leyendo mis posts en este blog, tengo cierta tendencia a enrollarme y escribir mucho, así que ajustarme a un límite de palabras ha sido todo un reto. Cuando redacté mis primeros ensayos de solicitud tenía muy claro lo que quería contar en cada ensayo, sin embargo, me tiré horas y horas delante del ordenador escribiendo y editando. La primera versión es normal que supere el límite de palabras, porque estás contando una historia, así que el truco está en partir de esa primera versión y luego ir revisando cada frase y cada párrafo y buscar una forma más corta de decir lo mismo, para ahorrar palabras. Las escuelas top son muy rigurosas con el límite de palabras, por lo que no es recomendable sobrepasar ese límite en mucho más de un 10%, esto es, si el límite del total son 1800 palabras, vuestros ensayos no deberían tener más de 2000.

Por otro lado, cuando te pones a escribir los ensayos, normalmente lees cada párrafo unas 50 veces, pensando y repensando cada palabra, cada frase, el enfoque, si las ideas que pretendías plasmar han quedado claras, etc., por lo que cuanto antes empecéis a redactar la primera versión de vuestros essays, mejor. Además, redactar los ensayos requerirá de un ejercicio de reflexión y organización de vuestras ideas. Debéis contemplar los ensayos como un todo (nada de ir respondiendo individualmente cada ensayo como si no tuvieran nada que ver los unos con los otros) de esta manera, decidiréis todo lo que queréis contar en vuestros ensayos, qué cualidades queréis resaltar, qué anécdotas queréis contar y cómo vais a responder a las preguntas, sin que se quede nada en el tintero. También podéis aprovechar todo lo que hayáis escrito en esa libreta que hace un par de post os recomendé que tuvierais a vuestro alcance en todo momento (que yo bauticé como MBA Brainstorming), porque plantarse delante del ordenador con la página en blanco y saber qué contar es básico (ya bastante te vas a entretener después pensando en cómo contarlo).

Desde la experiencia, os recomiendo que, después de escribirlos, se los paséis a alguien para que los lea y revise (a ser posible a más de una persona), se trata de que tengáis otro punto de vista y podáis mejorarlos, porque llega un momento en el que nosotros estamos tan metidos, le hemos dado tantas vueltas al documento, que no vemos los fallos, todo nos suena bien, y siempre hay margen de mejora. Todos queremos presentar el mejor ensayo posible, así que tenemos que ver nuestros ensayos con actitud crítica, y aceptar sugerencias y correcciones que nos hagan terceros. Creedme, os sorprenderá cuánto se puede mejorar vuestra primera redacción, esa que tanto trabajo os ha costado redactar y que para vosotros era ya perfecta.

En cuanto a quién os puede ayudar, ya he comentado que lo ideal es que os revise los ensayos alguien que sepa de qué va esto, un alumni, algún coach profesional, alguien que esté haciendo un MBA… hay muchas posibilidades. Podéis aprovechar mientras investigáis sobre las escuelas para ir preguntando a los alumni y estudiantes qué hicieron ellos; en algunos casos hasta se ofrecerán para ayudaros y revisaros los ensayos ellos mismos (su opinión es importante porque conocen bien la escuela y ya han pasado por todo el proceso de solicitud). Si no tenéis esta posibilidad, no os preocupéis, hay gente que se dedica profesionalmente al asesoramiento para la solicitud de MBA, es el caso de Club Ivy o MBASpain. De Club Ivy no tengo referencias, de MBASpain sí, por eso os la recomiendo encarecidamente. El año pasado prácticamente todos los que contrataron a Candy (es la persona behind MBASpain) fueron admitidos en una escuela top, yo creo que no hay mejor carta de presentación, ¿no?

lunes, 15 de noviembre de 2010

Solicitudes: Los ensayos (I)

Se podría decir que los ensayos son la parte más importante de tu solicitud de MBA. Ya has pasado por el TOEFL y el GMAT, has dedicado muchas horas a estos dos exámenes, especialmente al último de ellos, que probablemente te haya dado algún quebradero de cabeza, pero cuando te plantas delante del pc para escribir los ensayos es cuando empieza lo interesante de verdad.

Los essays o ensayos son redacciones en las que deberás describir tu trayectoria profesional, explicando por qué has elegido ese camino y a dónde quieres llegar. Además deberás explicar por qué quieres hacer un MBA, por qué quieres hacerlo en esa escuela y cuáles son tus planes de futuro, a corto plazo (post-MBA) y a largo plazo; y deberás hacerlo de forma coherente y dejando claro que el MBA es fundamental para lograr tus objetivos profesionales.

Las escuelas de negocios otorgan mucha importancia a los ensayos, porque los ensayos son el medio a través del cual empiezan a conocerte, a saber cuáles son tus inquietudes y si de verdad quieres hacer un MBA o sólo estás presentando la solicitud porque estás harto de tu trabajo o porque no tienes nada mejor que hacer.

Para ti, como solicitante de MBA, los essays son la herramienta que vas a utilizar para “vender” tu candidatura, para mostrar tu interés por el MBA y para que quede claro que la escuela en cuestión es la escuela de tus sueños (y que no estás presentando tu solicitud solamente porque es la primera en un determinado ranking). En ellos podrás explicar qué te ha guiado en tu carrera profesional y por qué elegiste cada uno de los puestos de trabajo que aparecen en tu curriculum, míralos como tu oportunidad para plasmar todas esas cosas que llevan rondando tu cabeza los últimos meses y para explicar las decisiones que has tomado desde que acabaste tus estudios universitarios.

Cada escuela plantea unas preguntas a las que deberás dar respuesta en los ensayos. Normalmente deberás redactar entre 3 y 4 ensayos, pero en algunos casos también incluyen otras preguntas a las que te piden que des una respuesta un poquito más corta (200 o 300 palabras). Hay preguntas a las que deberás contestar sí o sí, pero también puede darse el caso de que te permitan elegir una o dos redacciones entre tres o cuatro opciones. Hay escuelas que preguntan más por tu trayectoria profesional y por tus planes de futuro, mientras otras te plantean una pregunta muy general que nada tiene que ver con tus motivaciones MBA, para ver cómo piensas y cómo razonas. Como veis la casuística es muy variada, lo que dificulta el copy and paste de los ensayos de una escuela para los de otra, que por otra parte tampoco es que sea muy recomendable.

Mi consejo, empezad siempre desde cero a redactar, luego a lo mejor os viene bien copiar una parte, pero no recicléis ensayos completos de una solicitud para otra, se va a notar, porque aunque los enunciados parezcan iguales, siempre hay matices en el planteamiento de las preguntas que deberéis tener en cuenta. A ningún responsable de admisiones le hace gracia darse cuenta de que no os habéis molestado en escribir un ensayo para su solicitud, sino que simplemente habéis reutilizado uno que ya teníais hecho, no habla bien de vuestra candidatura y de vuestras ganas de estudiar en esa escuela.

PD: Saludos Sonia, Mª Carmen y Rosales, quienes este finde me aguantaron escribiendo para este blog en esas ocho horas de viaje, su paciencia es infinita, como lo es la de todos aquellos que nos acompañan en este camino, por lo que se merecen al menos una mención.